La Doctora Ximena Abarca fue secretaria Metropolitana de Salud durante la alcaldía de Jorge Yunda.
¿Por qué presentó su renuncia antes del pedido oficial que hizo el nuevo Alcalde?
Ya se conocía la decisión de la jueza y el cambio de autoridad. Era decente presentar la renuncia y lo que correspondía. La persona que me había invitado a participar en la Secretaría era el doctor Yunda.
¿Cuáles fueron sus principales logros mientras dirigió la Secretaría?
Son varios. En primer lugar, el haber ordenado una Secretaría que estaba devastada. Posteriormente el haber establecido la estrategia principal para la mitigación y el control de la pandemia y la conformación de las primeras brigadas que salieron a los barrios para contener al virus, que finalmente nos dio buenos resultados en todos los gráficos de la evolución de la pandemia.
¿Qué se hizo en el CAT (Centro de Atención Temporal Bicentenario)?
La contratación del resto del personal. Cambiamos la normativa para que puedan ser recibidos pacientes en niveles moderados. Cambiamos los protocolos para recibir pacientes que aún ameritaban hospitalización.
Durante su gestión, hubo un aplanamiento de la curva de contagios de covid-19
Se puede ver en cualquier gráfico del Ministerio de Salud. No es algo que hayamos producido nosotros. Luego de la primera ola hay un primer aplanamiento que es atribuible a la cantidad de pruebas y contención que se hizo de la pandemia a nivel de la comunidad, indicándoles lineamientos, controlando los contactos, haciendo cercos epidemiológicos, etc. Logramos mantener esa situación hasta finales de diciembre cuando ya no teníamos la misma cantidad de pruebas. También se abrieron de nuevo las unidades de salud metropolitana en el norte, centro y sur.
No toda la atención de salud metropolitana se enfocó en el covid-19
Logramos que se reactiven los programas de la Secretaría como el de prevención de adicciones y de salud mental. Se comenzaron a dar asistencia y soporte a quienes solicitaron. La pandemia produjo muchas depresiones, angustias, pérdidas de trabajo. Se llegó a dar más de 96 000 atenciones de salud mental y 46 000 atenciones de problemas nutricionales. También realizamos 13 jornadas científicas.
¿Se hizo algo para acelerar la vacunación anticovid en la capital?
Hicimos la estrategia y un plan de vacunación. Teníamos el plan elaborado por varias personas. Esa experiencia se acogió en el Ministerio de Salud. Con nuestras brigadas se dieron 138 000 atenciones y hemos aplicado 104 000 pruebas diagnósticas y 20 000 que fueron donadas al hospital del IESS Quito sur. Hasta la semana anterior hemos aplicado 343 000 dosis.
Usted tuvo que enfrentar un proceso judicial mientras estuvo al frente de la Secretaría
Si bien me afectaba mucho el que la Fiscalía me haya inmiscuido, era un tema en el que realmente no había ninguna razón. Yo llegué a la Secretaría cuando ya se realizó el proceso precontractual, contractual y la ejecución del contrato (de adquisición de pruebas PCR); cuando ya se elaboró la última acta de entrega – recepción. En la última acta yo estuve presente, que era la entrega de dos equipos que se habían rezagado. A los pocos días que llegué ya se elaboró el acta definitiva, es decir, que se recibía todo a conformidad. A mí lo que me tocaba era solamente pagar.
¿Qué ocurrió con esas pruebas?
Cuando se hizo la contratación de las pruebas no se previó el procesamiento de las mismas. Entonces llegaron y recién ese rato se pusieron a preguntarse dónde se van a procesar, y realizaron convenios con laboratorios de las universidades Central, Tecnológica Equinoccial y el del hospital Quito IESS Sur. En este último no hubo mayor problema porque tenían el material necesario y procesaron 20 000 pruebas. En cambio, en el convenio con la U. Central contemplaba que se debía comprar equipos de protección desinfectantes, todos los insumos y reactivos necesarios para hacer el procesamiento de las pruebas. Eso no había estado calculado en el presupuesto. Eso nos creó muchas dificultades, porque necesitábamos saber la realidad del contagio en el Distrito.
¿Cómo se usaron finalmente esas pruebas?
Teníamos que usarlas para poder contener la pandemia porque si se hubiera terminado el contrato nosotros no hubiéramos podido usarlas y habríamos tenido que comprar algunas pruebas. Con todo el antecedente que hubo, con todas las demoras no íbamos a tener las pruebas en menos de dos meses y seguramente se hubiera prolongado más. La ética, cómo médica y salubrista, demandaba que yo debía aplicar las pruebas para mitigar la pandemia. No se desperdició ningún recurso.
¿Cómo le afectó todo este proceso?
Por supuesto que ha sido motivo de gran preocupación lo de la Fiscalía. Pero en ningún momento he dudado de las acciones que tomé y que se tendieron a favor de la ciudadanía. No tengo ninguna sospecha ni arrepentimiento de haber cometido un acto ilegal. Tengo absolutamente clara mi conciencia la transparencia con la que he actuado. No tengo ni una duda al respecto. Mi esperanza es que en algún momento, en el sistema judicial, haya justicia. Que no haya ninguna influencia de otra naturaleza, como política. Tengo en mi consciencia de que hice lo que técnicamente había que hacer.
¿Cuáles son las tareas más urgentes que debe asumir el nuevo Secretario?
En primer lugar le deseo muchos éxitos. El nuevo Secretario es un funcionario de carrera, es un salubrista de mucha trayectoria. Va a encontrarse mucha organización sólida en lo que está proyectado dentro de la Secretaría. Por ejemplo, la propuesta que en las dos últimas semanas he estado negociando con el MSP para que la estrategia de vacunación sea territorial. Es decir, en las parroquias con la mayor cantidad de personas contagiadas y que hayan fallecido por covid-19.