La primera vez que el alcalde Jorge Yunda dio una declaración luego de haber sido posesionado, el 14 de mayo del 2019, aseguró que en su gestión priorizaría la seguridad ciudadana, el empleo, la movilidad del peatón y que pondría a operar al Metro de Quito. Hoy, dos años después, a mitad de su período, aún no ha logrado concretar los ofrecimientos.
Esta administración empezó con un llamado al diálogo. Yunda buscó asesoría y convocó a los exalcaldes a formar un consejo consultivo que no progresó.
Los primeros meses se rodeó de personas de larga trayectoria, como Fernando Carrión y Santiago Gangotena; ambos abandonaron el equipo en el 2020.
Raúl Aldaz, analista político, explica que últimamente a los alcaldes de Quito les ha costado tiempo tomar el timón del Municipio, pero en dos años de una administración ya se puede empezar a ver el resultado del trabajo. “En este caso ha sido más difícil, porque el Alcalde fue elegido sin un claro proyecto de ciudad, no solo en cuanto a obra pública sino en el aspecto político y administrativo”.
La pandemia -que empezó en marzo, antes de que Yunda cumpliera el primer año- complicó aún más su gestión. Si bien al inicio el Alcalde tuvo una pronta reacción y se mantuvo activo con la creación de estrategias para contener el virus, uno de sus mayores problemas tuvo que ver con la compra de pruebas para detectar covid-19, por lo cual hoy enfrenta un proceso legal y usa grillete.
Su situación se complicó cuando, como parte de la investigación, Fiscalía halló chats entre su hijo y funcionarios que revelaban supuestas actividades ilícitas.
Al interior del Concejo también hay crisis. Los ediles han cuestionado la gestión de Yunda, incluso le han pedido dar un paso al costado. La elección del modelo de gestión del Metro también generó polémica. A eso se suma la falta de atención a los problemas del relleno sanitario.
Según Aldaz, que la Alcaldía dé un giro en su desempeño es muy difícil. Más aún considerando el complicado escenario jurídico y político, y que Yunda enfrenta dos procesos de remoción.
Jaime Carrera, experto en administración pública, sostiene que una alcaldía debe tener claros los planes que va a implementar, los recursos con los que va a contar y debe estar preparada para enfrentar adversidades. Coincide en que a Quito le urge una visión clara y transparencia en la gestión, para buscar soluciones a los problemas importantes.
Parámetros de calidad se fijaron
Un año y medio tomó la elaboración de la Ordenanza del Sistema Integrado de Transporte, aprobada en diciembre del 2020. Si bien la Secretaría de Movilidad logró que las 65 operadoras de buses firmaran un compromiso para cumplir 28 indicadores de calidad, hasta ahora solo una compañía lo ha logrado.
El gremio argumenta dificultad para cumplir los parámetros. Hay división entre los transportistas por la realización de un concurso para asignar las rutas y frecuencias. Esa fue una de las quejas durante la suspensión del servicio por una parte del gremio, que dejó sin movilización a la urbe el lunes y martes últimos. En el momento se trabaja en mesas de diálogo.
Modelo del Metro tiene críticas
Los primeros 18 meses de esta administración, el exgerente del Metro, Édison Yánez, trabajó en el modelo de gestión con alianza estratégica, pero en marzo pasado se optó por una operación directa con asesoría internacional. Los concejales criticaron la pérdida de tiempo. Una veeduría ciudadana cuestionó que los plazos fuesen determinantes para elegir ese modelo, el presupuesto luego se requerirá y la sostenibilidad del proyecto. Ahora, la actual gerencia del Metro acató la disposición del Directorio de conformar una Comisión Técnica para ratificar o rectificar el modelo de gestión. La entrega de la obra estaba prevista para marzo, pero será en octubre.
Lento avance en repavimentación
La intervención integral de calles avanza con el plan de repavimentación Km a Km, que arrancó en septiembre del 2019 y que hasta el momento ha cubierto 155 km. Los primeros 150 fueron parte de la fase 1 y aún no se ha mencionado cuántos se cubrirán en la fase 2. Están activos nueve frentes de trabajo en sectores como Quitumbe, Conocoto, La Roldós, Chillogallo y Guamaní. Pero las molestias de usuarios son frecuentes, porque mientras se realizan esas obras se deterioran otros tramos que aún no han sido intervenidos. Otra de las críticas es que el costo de una parte de estos trabajos se cobra en la Contribución Especial de Mejoras.
Las pruebas se terminaron
El temor por el proceso legal que enfrenta el Alcalde y funcionarios de la Secretaría de Salud por la compra
de 100 000 test para detectar covid-19 es el principal argumento para que no se haya concretado hasta el
momento la compra de más pruebas para detectar el virus. La atención de las brigadas móviles y puntos fijos
fue clave para controlar la pandemia el año pasado, pero el 5 de mayo se suspendió. La entidad dijo que el personal colabora en el proceso de vacunación del Ministerio de Salud y se capacita. Pero el Cabildo ya no tiene pruebas que le permitan sostener su estrategia de atención en barrios. Se prevé usar una donación de 4 450 test de antígenos.
Lento avance en repavimentación
La intervención integral de calles avanza con el plan de repavimentación Km a Km, que arrancó en septiembre del 2019 y que hasta el momento ha cubierto 155 km. Los primeros 150 fueron parte de labfase 1 y aún no se ha mencionado cuántos se cubrirán en la fase 2. Están activos nueve frentes de trabajo en sectores como Quitumbe, Conocoto, La Roldós, Chillogallo y Guamaní. Pero las molestias de usuarios son frecuentes, porque mientras se realizan esas obras se deterioran otros tramos que aún no han sido intervenidos. Otra de las críticas es que el costo de una parte de estos trabajos se cobra en la Contribución Especial de Mejoras.
El control es insuficiente
La pandemia obligó a que los operativos para controlar el uso del espacio público se incrementaran.
Para verificar el cumplimiento de las medidas de bioseguridad, reguladas en la Ordenanza 010, funcionarios de la Agencia Metropolitana de Control recorren cada día sitios conflictivos como La Marín, Centro Histórico y Calderón para evitar que loas comerciantes generen aglomeraciones. Pese a eso, el irrespeto a las medidas persiste en varios puntos. Según ECU-911, desde el 13 de marzo del 2020 se registran 46 492 alertas de aglomeraciones. Desde el inicio de la pandemia, las ventas informales en vías principales y espacios públicos también aumentaron