La duda de cuánto cuesta el pasaje en el momento de subir a un bus sigue patente entre los quiteños. Tras un año de que el Concejo Metropolitano aprobara el aumento de la tarifa de USD 0,25 a USD 0,35, solo 17 de 64 operadoras han cumplido los requisitos para el alza. Es decir, apenas 26,6%.
Matías Albán, estudiante universitario, se siente incómodo al tener que preguntar siempre el precio del pasaje, pues dice que están siempre “a las carreras”. No logra divisar el pequeño adhesivo que diferencia a los que ya cobran USD 0,35.
Las operadoras deben cumplir los 27 indicadores de calidad que incluyen mejoras al servicio, operatividad y un dispositivo GPS para el monitoreo, según la Secretaría de Movilidad de Quito.
Para Alexander Estacio, otro usuario, la única diferencia que encuentra es que ahora paga USD 0,10 más para trasladarse desde Chillogallo hasta su trabajo, en el centro-norte de la urbe.
En el caso de la Cooperativa de Transporte Calderón, su gerente Adrián Pillajo explica que han realizado una inversión de unos USD 3 500. Aun así, no logran la autorización pues el trámite pasa de “mano en mano” desde diciembre.
“Es algo frustrante cumplir y no tener el aumento”, lamentó. Denunció que 41 buses de su cooperativa, que trabajan como alimentadores de la Empresa de Pasajeros, sí cobran los USD 0,35 por ser parte de la empresa municipal, que “tiene la tarifa porque trabaja con nuestra tecnología”.
Ricardo Pozo, secretario de Movilidad de Quito, asegura que “el atraso no es por nosotros”. Advierte que se debe a una falta de documentación de las operadoras que buscan ser autorizadas. Para fin de año espera cumplir con el 100%
de buses revisados que cobrarán la nueva tarifa.
Para Pillajo, la demora no responde a falta de documentación sino de personal técnico para la revisión de cada caso.
Jorge Yánez, presidente de la Unión de Operadoras de Transporte Urbano, también rebate al secretario Pozo: “El 99% de los buses ya tiene implementadas las mejoras”, pero por el cambio constante de secretarios, “y aun con la
inversión, muchos siguen cobrando los USD 0,25”.
Según el dirigente, en la capital circulan 3 200 buses, incluidos los de transporte municipal. De ellos, solo 1 300 tienen la nueva tarifa de USD 0,35.
Pese a los inconvenientes en la unificación del pasaje, hay usuarios, como Leslie Vélez, que son conscientes de que es justa la subida, pues no se ha hecho desde 2003.
Costo
Los transportistas dicen que es alto el valor que deben invertir para cumplir los requisitos. Ellos aseguran que la inversión oscila entre USD 4 000 y 5 000, por cada bus, y el aumento no compensa. Solo las cámaras de seguridad cuestan cerca de USD 1 500 y el GPS, otros USD 500.
Trámites
Desde que Santiago Guarderas asumió la alcaldía, Quito ha tenido tres secretarios de Movilidad. Esa inestabilidad es fundamental para quienes no han podido acceder al alza de pasajes pese a cumplir con las mejoras. Según dirigentes, hay trámites represados y sin respuesta de las autoridades.