La Vicentina, en el norte de Quito, está atravesada por la calle Iberia que va desde el parque Navarro hasta la calle José María Sáenz. Sus habitantes están preocupados por un socacón en la vía.
Napoleón Urresta, vecino del sector, comenta que el problema ya se reportó hace más de 10 días. Denuncia que la respuesta de las autoridades fue nula.
“Lo único que hicieron fue colocar unos palos con una cinta”, muestra preocupado. Al interior del hueco, que tiene más de medio metro de profundidad, se han colocado obstáculos para que los conductores lo divisen.
Quienes viven en las casas al pie del agujero temen que un vehículo choque en sus puertas por esquivar el hueco, ya que, al tratar de esquivarlo, caerán en otro que está al otro costado. Así lo asegura Jorge Sánchez que vive frente al socavón.
Los vecinos colocaron un gran madero para advertir del peligro, pero en la mañana del jueves 24 de noviembre todo amaneció regado por la calzada.
“Parece que un carro se ha ido chocando”, especula Sánchez. Pero advierte que el peligro es peor si no se repara.
Los moradores de la calle Iberia y Adolfo de Valdez dicen que el problema no es nuevo. Hace más de un año iniciaron los problemas y varios sectores se han ido hundiendo.
La calle presenta grandes irregularidades y “parches” en cada hueco que se ha formado. Pero los vecinos piden que se intervenga toda la vía y que además se dé una solución a los problemas de alcantarillado.
Con las lluvias temen que el problema empeore. Incluso que colapsen las alcantarillas y que la tierra se desplace formando más socavones, alega Pablo Salas.
Ya que la vía es de doble sentido y los vehículos pasan a altas velocidades hacen un llamado a las autoridades para que atiendan los problemas del barrio. “Hay que hacer algo antes que suceda una desgracia”, exige Urresta.
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