Huele a Navidad en La Carolina y Carcelén

En Carcelén, los vendedores han visto una oportunidad de reactivar sus negocios en la feria navideña. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Las ferias navideñas comienzan a instalarse de poco en los estacionamientos del parque La Carolina y el ingreso al sector de Carcelén, norte de Quito. Más 30 comerciantes montaron allí sus quioscos con árboles, adornos, cintas, bombillos, figuras, juegos de luces, guirnaldas, peluches, pesebres y toda clase de mercadería.
Fanny Almagro, presidenta de la asociación Hermandad de Carcelén, que cuenta con 13 socios, dijo que la mayoría de sus compañeros acumulan deudas de hasta USD 10 000, por lo que aspiran recuperarse económicamente en este mes y diciembre. Ellos montaron sus puestos en la calle Rafael Carvajal, que se ubica atrás del complejo del club de fútbol Deportivo Quito.
“La pandemia del covid-19 nos afectó mucho. Muchos quedamos con la mercadería del año pasado”, manifestó la dirigente. A su criterio, ella y sus compañeros se organizaron desde hace más de un mes para cumplir con las normas de bioseguridad y obtener los permisos de funcionamiento en el Municipio.
El comerciante Ramiro Parra aspira que las ventas se incrementen el fin de semana. Informó que los árboles se expenden desde USD 5 y el más caro cuesta 120. Las cintas multicolores se venden desde un dólar, las flores a USD 2. Los clientes pueden encontrar juegos de luces a partir de USD 3, los renos de luces LED a 40.
“Invitamos a los quiteños que vengan porque encontrarán mercadería a bajo precio. Nos adaptamos a la realidad de la gente en estos tiempos de crisis”, expresó Almagro.
Desde las 10:00, los ciudadanos se acercaron a comprar productos navideños en Carcelén. Para la cliente Janeth Rodríguez, los artículos son accesibles y salen a menor valor con relación a los almacenes y casas comerciales. “Vine con mi esposo y adquiriremos un pesebre”.

Susana Barriga manifestó que los árboles navideños se expenden a buen precio en la feria de Carcelén. “En los almacenes las cosas están caras, por eso vine acá”.
En la zona del parque La Carolina, los comerciantes se instalaron en cinco parqueaderos con sus casetas desde el pasado domingo. Teresa Pilicita contó que los clientes han llegado de a poco y aspira que las ventas mejoren en los próximos días. Desde mediados de diciembre tiene previsto comercializar los monigotes por año viejo que son traídos directamente desde Guayaquil.
Ella expende figuras pequeñas para pesebre desde un dólar. Un pesebre completo con muñecos grandes de resina cuesta 110. La comerciante Cecilia Achig contó que junto a 14 compañeros se instalaron en el estacionamiento ubicado frente a la intersección de la avenida Amazonas y República. Su prioridad es recuperarse de las pérdidas económicas producidas por la emergencia sanitaria.