Las bancadas legislativas no logran articular una respuesta frente a quienes desertaron de sus filas, apenas se inició el mandato. La operación de los asambleístas independientes no está regulada en la ley.
La peor parte la ha llevado el bloque del Partido Social Cristiano (PSC), que el 14 de mayo arrancó con 18 asambleístas y que hasta ahora ha perdido a cuatro de sus integrantes: César Rohón, Elías Jachero, Gruber Zambrano y María del Carmen Aquino.
El bloque prevé solicitar que actúe el Comité de Ética del Parlamento, aunque en la ley legislativa no se contempla como una infracción. En esa postura también está el correísmo, que perdió a uno de sus integrantes.
“Es parte de la mal llamada política, de las costumbres que ya queremos erradicar de esta nueva Asamblea”, dice la socialcristiana Soledad Diab. “No pueden venir los candidatos a usar el nombre de nuestro partido político para llegar a ser lo que hoy son: asambleístas y luego de que llegan al poder se abren quizás a su conveniencia. A parte de ser desleal, es algo que debería ser investigado”.
El primero en separarse del PSC fue César Rohón, en desacuerdo con que el partido haya pretendido un pacto con el correísmo para elegir a las autoridades el 14 de mayo. Jachero, Zambrano y Aquino se fueron después al Bloque del Acuerdo Nacional (BAN), que lidera el oficialista Creo.
Jachero cree que en esta bancada tiene una mayor oportunidad de impulsar propuestas. Aclaró que no es afiliado al PSC y que llegó a la Asamblea en una alianza con el movimiento provincial Unidos por Pastaza. “La lista 6 no tiene peso acá. Ellos nos buscaron”.
El último en notificar su salida del PSC fue Gruber Zambrano, el 1 de junio pasado, cuando en una escueta carta notificó al bloque su renuncia irrevocable “debido a varios temas personales”.
La ID también ha tenido dos bajas (Eiter Zambrano y Amada Ortiz), sin que hasta ahora el bloque tenga una posición. Según Wilma Andrade, Ortiz todavía no ha oficializado su salida, a diferencia de Zambrano, que se fue al BAN.
De Pachakutik, Omar Cevallos se fue al BAN. Además, el comité de ética del movimiento aún no toma una decisión final sobre Mireya Pazmiño, quien fue expulsada por incumplir un acuerdo con Creo.
La lista de independientes va en aumento, a pesar de que desde el 2020 las reformas electorales obligaron a los ciudadanos a escoger a sus representantes por listas cerradas (en plancha) y no uno por uno.
Medardo Oleas, expresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), dice que el problema pasa porque “en el Ecuador no hay un sistema partidista que pueda garantizar la idoneidad de los candidatos”.
El politólogo Giuseppe Cabrera apunta que “la figura de independiente ni siquiera es algo que está en la ley” y cree que se deben establecer ciertos requisitos, “de tal forma que si alguien ya no quiere ser parte de un partido tendrá que irse de la Asamblea también”. Refiere que esto se aplica en los parlamentos europeos.
“La cuestión es clara: los escaños le pertenecen a los partidos no a los individuos”.
Oleas considera que se debe impulsar una reforma legal, “para establecer en qué casos la línea partidista tiene que ser aplicada y obedecida en forma estricta y en qué casos no”.
Libia Rivas, directora del Instituto de Estudios Legislativos, sostiene que para incluir nuevas causales para destituir a un parlamentario se requiere de reforma constitucional.
No se avizora que la Asamblea incluya este asunto entre las prioridades de su agenda que sería presentada hoy.
El BAN, que aglutina a Creo, parte de los independientes y minorías, ya cuenta hasta ahora con 27 curules. Ana Belén Cordero (Creo) asegura que lo que los ha unido es “un proyecto del país; tienen, por ejemplo, proyectos de ley alineados al plan de gobierno”.