El ex editor de Opinión de El Universo, Emilio Palacio, dijo que la última providencia en su contra es “una barbaridad jurídica” aunque “sabía que algo así iba a pasar”. La Segunda Sala, que maneja la querella del Presidente, dispuso ejecutar la sentencia en lo concerniente al columnista.
Los conjueces Helen Mantilla y Henry Morán ratificaron el fallo de primera instancia y declararon abandonada la causa de Palacio por lo tanto que se aplique la sentencia: tres años de prisión y la contribución “solidaria” en la indemnización de USD 30 millones para el presidente Rafael Correa.
Palacio dijo, vía telefónica, desde Miami que “Correa lo que quiere es llevarme a la cárcel y destruirme, no por mí mismo, sino por crear un ejemplo de lo que él es capaz de hacer para destruir la libertad de expresión y la democracia en el Ecuador”.
El ex articulista abandonó el país el 24 de agosto. Ante una posible extradición respondió “estoy seguro de que Correa hará eso y cualquier otra cosa”.
La defensa del ex Editor presenta hoy una impugnación a la providencia. Pero él no guarda esperanzas. “En la justicia ecuatoriana son títeres de Correa”.
Jorge Alvear, abogado de Palacio, sostiene que la providencia es “inconstitucional”. Además insiste en que la Sala debe “enviar en sobre cerrado el recurso de casación a la Corte Nacional”. Explica que como la defensa de la empresa y los directivos interpusieron la casación, la ejecución de la sentencia se suspende para todos los querellados.
Xavier Zavala Egas, abogado del diario, presentó otro escrito. Alega que los magistrados ya dictaron su fallo, y no pueden revocarlo ni alterar su sentido. Además, que el querellante ya no es parte procesal porque desistió del recurso de apelación.
Mientras tanto, los trabajadores de El Universo efectuaron en la tarde un plantón en la Plaza Vicente Rocafuerte de Guayaquil. Guardaron un minuto de silencio por los fallecidos en la sublevación policial del 30 de septiembre del 2010. “30-S: Día que triunfó la delincuencia. Guayaquil perdió USD 5 millones y 9 vidas”, decían pancartas.
El homenaje acabó con el canto “pidamos ecuatorianos, prensa libre en todo el Ecuador”.