En junio pasado, la cuencana Guadalupe Carpio cotizó en USD 280 el valor de unos anillos de matrimonio en una joyería del centro de la capital azuaya. Por falta de dinero no los mandó a confeccionar y lo dejó para este mes.
El viernes pasado, por los mismos anillos le pidieron USD 360 y recibió como respuesta “que el oro había subido”. En todas las joyerías que recorrió los precios estaban elevados, por lo que decidió comprar anillos de otro material más económico.
En junio de este año la onza de oro se ubicó en USD 1 500 , lo que se convirtió en un llamado de atención para los joyeros ya que desde ese entonces avizoraban una importante alza que se registró durante esta semana.
El jueves pasado la onza se ubicó a USD 1 847, lo que representó un nuevo récord en el precio del metal y la tendencia continúa a la alza, con estimaciones de que podría llegar a los USD 2 000 al concluir este año.
Esa subida en el precio del oro a escala internacional repercute en la producción de joyas y en los joyeros, quienes están dejando de trabajar con este metal. Otros prefieren únicamente dedicarse a las composturas o trabajar en plata.
Fausto Barrera, presidente de la Asociación de Joyeros del Azuay que aglutina a unos 300 miembros, entre activos y jubilados, indicó que la producción de joyas desde hace dos años ha disminuido entre un 60 y 70%. “Lo único que se elabora en oro son anillos de grado y matrimonio, pero solo bajo pedido. Ya no podemos darnos el lujo de tener en exhibición como lo hacíamos antes”, dijo.
El oro en bruto, según Barrera, se ubica a precios altos y para poder producir una joya y luego venderla se debe subir un porcentaje para que haya ganancia. Sin embargo, la gente no paga el valor real y cree que los joyeros especulan con el precio.
Indicó además que antes las ventas las podían hacer a crédito, pero ahora es difícil porque el oro sube cada día y “es un riesgo ofrecer joyas”. Por ejemplo, ahora un dije de menos de un gramo de peso en oro de 18 quilates puede costar USD 50, antes se encontraba entre USD 15 y 20.
El joyero Rolando Peña, coincidió con Barrera e indicó que las ventas son nulas y ahora el fuerte de sus negocios está en las composturas. Dijo que es difícil fabricar joyas y tenerlas en exhibición porque no se vende debido al alto costo del mineral.
Felipe Castro y otros joyeros artesanales ven con preocupación el inusitado valor del oro. Castro indicó que en los últimos meses ha existido escasez de oro y que los productores lo esconden para venderlo a precios más altos.
Eso repercute en la producción de joyas, según Romeo Guacho, propietario de Romeo Joyería. “Si antes había unos 100 pares de aretes en las vitrinas, ahora tenemos 50 y ya no hay variedad de prendas porque tenemos que fabricar según vamos vendiendo a la poca gente que adquiere”.
Los mineros y financieras ganan
Si bien el alto costo del oro se convierte en una situación negativa para los joyeros nacionales, para los mineros es una buena noticia, ya que cada vez aumentan sus ganancias, según Patricio Vargas, presidente de la Cámara de Minería de Cuenca.
Esa situación, según los joyeros consultados, puede generar que los mineros retengan el metal y no lo vendan hasta esperar una nueva alza, lo que les perjudicaría en la parte de producción.
Para evitar ese problema, Vargas propone implementar una política donde el Banco Central sea el que compre el oro en el país y venda a productores nacionales, evitando la especulación.
En Azuay hay 93 concesiones de minas de metálicos, mientras que en Cañar existen seis minas, según explicó Galo Sánchez, director de la Agencia de Regulación y Control Minero. De estas minas se extrae el oro y se venden a los distribuidores.
Además, Vargas prevé que el precio del oro continuará en constante crecimiento, pudiendo inclusive llegar a unos USD 2 400 la onza en el 2014. Para los joyeros consultados eso sería el fin de la producción de joyas.
Pero no solo los mineros ganan con la subida del oro. También las personas que adquirieron joyas años atrás hoy cuentan con un patrimonio importante que continúa generando ganancias.
Las joyas de oro también han servido muchas veces para que sus propietarios puedan salirse de apuros económicos ya que el oro es recibido en financieras a cambio de dinero.
“Esa es la mejor garantía”, indicó Esteban Coello, subgerente de Vazcorp. En esta entidad, por ejemplo, los créditos se entregan desde los USD 100 y se presta hasta el 80 % del valor de las joyas prendadas, previo a un análisis.