Las mañanas nubladas y tardes lluviosas son cotidianas en estos días en Imbabura y Carchi.
Las consecuencias las viven habitantes de La Delicia, de la parroquia Plaza Gutiérrez, cantón imbabureño de Cotacachi.
José Solís llegó el lunes pasado a Ibarra con los zapatos y el pantalón enlodados para informar en la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) que la vía de ingreso al valle de Íntag, por Cuicocha, está cerrada. “En La Delicia hay un lodazal que impide el paso de los carros”, contó.
Lenín Imbaquingo, presidente de la Junta Parroquial de Plaza Gutiérrez, informó que también está obstruido este ramal en el sector de Pucará. “Hay, por lo menos, tres deslaves de tierra”.
Los daños en las vías tienen relación con las torrenciales lluvias. En diciembre, en Tulcán, por ejemplo, se esperaban 106 milímetros de precipitaciones, pero cayeron 130,1. En Imbabura, también llovió más, según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi). Un milímetro de lluvia equivale a un litro de agua por metro2 de superficie.
Una proyección de ese organismo da cuenta que, durante este mes, en la región interandina se presentarán más precipitaciones. “Los mayores aguaceros se focalizarán en las provincias del Carchi e Imbabura”, dijo Juan Palacios, técnico del Inamhi.
Además, indicó que las precipitaciones corresponden a la estación invernal y no al evento climático que ocasionó fuertes precipitaciones en la parte norte centro de Colombia, y la parte centro y sur de Venezuela.
Mientras, la lista de daños provocados por el invierno sigue creciendo en las dos provincias.
En Imbabura, el Comité de Operaciones Emergentes (COE) dispuso que cinco comisiones técnicas elaboraran el proyecto principal para las obras de emergencia en los cantones Ibarra, Otavalo, Cotacachi, Pimampiro y Urcuquí. “En la mayoría de casos es de trata de vías, construcciones de muros, alcantarillados y pasos de agua”, dijo Guido Rivadeneira, titular de la SNGR, de Imbabura.
Además, la carretera hacia Selva Alegre está intransitable por la falta de mantenimiento.
Esto ha provocado que las comunidades de Padre Chupe, Minas Chupa, Iruguincho quedaran incomunicadas.
En Pimampiro hay deslaves en la vía que va hacia Chugá y San Francisco. En Ibarra no hay paso hacia las comunidades de Cachaco, Getzemaní y Santa Rosa. En Cotacachi hay dificultades en La Delicia y Pucará. Mientras que la comunidad de García Moreno está incomunicada.
En el cantón Urcuquí se reabrió la carretera Buenos Aires-San Jerónimo, gracias la construcción de un paso alterno. “Lo que necesitamos es un muro de contención que evite que la vía nuevamente se dañe cuando llega el invierno”. Así comenta José Andrade, presidente de la Junta Parroquial de Buenos Aires.
En el Carchi, el martes se presentaron problemas en la vía Tulcán- El Chical. Esta fue abierta la semana anterior, pero nuevamente se presentaron deslizamientos de tierra.
El invierno se presenta normal
El invierno en el Ecuador, especialmente en la región Litoral, se presenta al momento dentro de los parámetros normales. Es la conclusión general que dejó el IV Foro Nacional Climático, reunido ayer en Babahoyo (Los Ríos).
Varios expertos participaron de este evento científico en el Municipio de Babahoyo. Asistieron representantes del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), Centro Internacional de Investigaciones para el Fenómeno El Niño (Ciifen), Instituto Oceanográfico de la Armada y de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).
Según Carlos Naranjo, director del Inamhi, en el Litoral se mantienen condiciones bastante irregulares aún respecto de las lluvias. “Unos días hay precipitaciones y en otros se mantienen ausentes. En algún momento habrá lluvias intensas, especialmente en la tarde y noche, aunque en algunos sectores no será en forma general, sino de manera dispersa”.
Dijo que, según las estadísticas de precipitaciones en diciembre y lo que va de enero, se está produciendo un cambio lento y normal de las condiciones climáticas.
Para Naranjo, el evento de La Niña está en su fase final de incidencia en el país, ya que se está ingresando en la época lluviosa propia de lo que es este año. “Los sistemas hidrológicos que comienzan a actuar sobre el Ecuador, desde la parte norte, tienen que ver con la zona de convergencia intertropical que viene actuando desde Centroamérica”.
Henry Ortega, líder provincial en Los Ríos de la SNGR, hizo una exposición de las obras de prevención, así como la gestión de riesgos ante la estación lluviosa del presente año. También se analizó la situación actual del sector agrícola de la provincia de Los Ríos. En el momento el invierno no ha causado estragos en los cultivos.
Redacción Guayaquil
Las lluvias dañan los cultivos
Mientras a inicios del 2010 los productores de la Sierra norte clamaban por agua, para contrarrestar la sequía, ahora esperan que los aguaceros terminen.
Las lluvias, que se iniciaron en noviembre, están causando problemas en Carchi e Imbabura. La primera provincia es la más afectada y se analiza una declaratoria de emergencia agropecuaria.
Según Edwin España, director del Ministerio de Agricultura y Ganadería (Magap) del Carchi, más del 80% de las 10 000 hectáreas de papa, trigo, cebada, fréjol, cebolla de bulbo y arveja y otros está afectado. “Del último producto, por ejemplo, no habrá cosecha porque se perdió todo lo sembrado”, aseguró.
En cuanto a la producción lechera dijo: “Hay una reducción del 30% de los 200 000 litros diarios que se producen”.
Pero quizá el mayor problema es que se multiplican las enfermedades infecciosas y las neumonías y bronconeumonías, aseguró Fernando Chulde, técnico del Magap.
Respecto de las plantas, el ambiente húmedo desarrolla las plagas y hongos, que afectan especialmente a las raíces y a las hojas.
En Imbabura se han perdido amplias cosechas de maíz, porque no se pueden combatir las enfermedades, señaló Roberto Moncayo, de la Asociación de Productores Agropecuarios de la Sierra Norte (Asopran). “Si se fumiga llueve y se pierde el efecto de los plaguicidas”. En Imbabura los productos más afectados son el maíz, el fréjol y el tomate de árbol, que están dañados por la incidencia de hongos.