El Gobierno argentino, junto con los empresarios y sindicalistas del país, acordó el viernes pasado un incremento del salario mínimo vital del 25%. Por ello, el nuevo piso de haberes se sitúa en 2 300 pesos (USD 546). Así lo informó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, tras una reunión de más de cuatro horas y media, en la sede de la Cartera laboral.
Tras una jornada de arduas negociaciones entre las partes que componen el Consejo del Salario, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, anunció el acuerdo en una conferencia de prensa junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el ministro de Economía, Amado Boudou, y el líder de la Confederación General de Trabajo (CGT), Hugo Moyano.
“Nos parece mentira estar celebrando un nuevo consenso, junto a la Presidenta y al ministro de Economía”, dijo Moyano.
Agregó que se debe valorar que ha primado el consenso y señaló que ha defendido el salario como una garantía para el futuro. “En otros países se están congelando salarios, y en Argentina seguimos negociando el salario”, agregó.
Luego fue el turno de la Mandataria para hablar. “Los argentinos comenzaron por primera vez en mucho tiempo a pensar un país a largo plazo. Continuaremos haciendo correcciones para mejorar el camino”, indicó.
Felicitó a todos por encontrarse en el Consejo, por octavo año consecutivo, y felicitó la participación de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) en la firma del nuevo acuerdo.
Antes de la reunión, la CGT ratificó que iba a reclamar a los empresarios un mínimo de 2 600 pesos (USD 617), en tanto la CTA iba a exigir hasta 2 750 pesos (USD 641). Los empresarios habían rechazado esa posición y ofrecieron un mínimo inferior a los 2 200 pesos (USD 522).