El Gobierno ha definido ya las líneas gruesas de negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque todavía se siguen puliendo detalles del acuerdo.
Una comitiva del FMI llegó a inicios de mes para revisar las cifras económicas del Ecuador y para renegociar el programa de apoyo económico al país.
El Ministerio de Economía esperaba tener listo el nuevo acuerdo a finales de agosto, pero los diálogos se alargaron.
El presidente Guillermo Lasso indicó, la semana pasada, que espera dar noticias en estos días sobre el acuerdo. No obstante, ha adelantado algunos puntos que contendrá el nuevo programa con el Fondo.
Una de las líneas se refiere a la meta de gasto, la cuál será más ambiciosa. En la programación cuatrianual 2021-2024 enviada a la Asamblea, se establece una reducción de gasto en el2022 de USD 217 millones, y de 513 millones hasta el 2025.
Pero el Jefe de Estado adelantó que esa meta será mayor, pues para el 2022 esperaba una reducción de entre USD 2 300 millones y 2 400 millones.
El Ministerio de Economía y Finanzas, por su parte, informó que en los próximos cuatro años el recorte de gasto total será de USD 4 000 millones, “confirmando una política de contención del gasto”.
El recorte, aclaró, priorizará planes sociales como la desnutrición crónica infantil, bonos a los más vulnerables, salud y educación de calidad, por lo que es de prever que el acuerdo con el Fondo también traiga metas en el cumplimiento en cuanto a la entrega de bonos y otras ayudas sociales.
Precisamente, este ajuste de cifras es lo que puede haber demorado las negociaciones, consideró Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal. El propio Gobierno ha reconocido que la Proforma 2021 y la programación cuatrianual no reflejan aún su programa económico integral.
Un segundo elemento clave es la meta de ingresos, y ahí la reforma tributaria jugará un papel clave. El Presidente comentó que el proyecto legal no incluirá el aumento al impuesto al valor agregado (IVA), como ya había anticipado el Servicio de Rentas Internas (SRI).
La iniciativa también planteará la eliminación del impuesto a la herencia, que genera alrededor de USD 30 millones al año. Sobre este último, el Presidente aseguró que el impuesto a la herencia “no genera nada el Estado”.
“El más modesto de los ecuatorianos es dueño de un terrenito, es dueño de una casa, es dueño de un barco pesquero, es dueño de una finca… ¿Y qué quiere? Que el esfuerzo de su vida llegue a sus hijos, no al Estado. Por lo tanto, ese impuesto, que atemoriza y molesta a los ciudadanos, vamos a eliminarlo”, indicó Lasso.
Este Diario contactó con una alta fuente de Gobierno, quien explicó que la reforma tendrá una aspiración de recaudación equivalente al 0,7% del Producto Interno Bruto (PIB); es decir, entre USD 700 millones y 800 millones.
Según esa misma fuente, el Gobierno analiza incluir en el proyecto legal una contribución única y una revisión a la tabla del impuesto a la renta que pagan empresas y personas naturales, para que los que más tienen más paguen, entre otros aspectos.
El Jefe de Estado aclaró que las reformas que se trabajan no son solo tributarias sino que incluirán muchos otros aspectos estructurales para la reactivación de la economía.
A fines de septiembre, indicó, se enviará una Ley denominada Creando Oportunidades, que tocará temas sensibles en las áreas petrolera, minera, de telecomunicaciones, de facilitación de emprendimientos, con cambios laborales y para eliminar trámites.
En caso de que la Asamblea se niegue a aprobar las iniciativas legales, Lasso dijo que recurrirá a una consulta popular para que sea el pueblo ecuatoriano el que se pronuncie sobre los ajustes normativos.
Los recursos del Fondo Monetario son claves para el financiamiento de este año. De acuerdo con la ejecución presupuestaria, hasta ayer el país había conseguido USD 3 564 millones en financiamiento público, incluidos los USD 948 millones gratuitos que llegaron del FMI en derechos especiales de giro que entregó a todos sus miembros. En total, hasta fin de año se requiere conseguir USD 8 894 millones.