La economía de España perdió impulso en el segundo trimestre golpeada por la debilidad de su demanda interna, comprometiendo seriamente el objetivo oficial de crecimiento para todo el año.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) dijo el martes que el Producto Interno Bruto (PIB) creció preliminarmente un 0,2 por ciento frente al primer trimestre, cuando la expansión fue de un 0,3 por ciento.
El Gobierno sostiene que la economía crecerá un 1,3 por ciento este año tras haberse contraído un 0,1 por ciento en el 2010.
Como ya había adelantado el Banco de España recientemente, la oficina española de estadística explicó que la debilidad de la demanda interna no pudo ser compensada por el favorable comportamiento de las exportaciones, lo que también arrojó una desaceleración de la tasa interanual de crecimiento hasta 0,7 por ciento frente al 0,8 por ciento del trimestre precedente.
“Por una parte, está la necesidad de consolidación fiscal y austeridad en España y Europa, y además ahora el panorama global es mucho menos favorable que hace seis meses, de manera que en conjunto hay numerosos vientos en contra”, dijo Nick Matthews, de RBS. “Esperamos que España se debilite, con crecimiento nulo en el tercer trimestre y ligeramente mejor en el cuarto trimestre”, añadió Matthews.
Las medidas de austeridad fiscal adoptadas el último año por el Gobierno han avanzado en el objetivo de reducción del déficit público, pero a costas de un horizonte más débil en la economía. La urgencia por reducir el déficit fiscal en los próximos años hasta el 3,0 por ciento en el 2013, desde el algo más del 11 por ciento registrado en el 2009, ha supuesto sacrificar expectativas de crecimiento en un momento en que el sector de vivienda está asistiendo a su peor coyuntura después de muchos años de esplendor.
Riesgo de nueva recesión
Aunque estiman que sería menos pronunciada que la anterior, algunos analistas no descartan una nueva recesión de la economía española en el caso de que su principal factor de expansión, el sector exterior, comience a resentirse por la desaceleración observada ente los principales socios comerciales del país.
El Producto Interno Bruto de la zona euro creció un 0,2 por ciento entre los meses de abril y junio tras un alza del 0,8 por ciento en los primeros tres meses del año, según cifras provisionales de Eurostat.
Además, Alemania, hasta ahora el motor de la economía de la zona euro en la actual fase de crisis económica global, creció apenas un 0,1 por ciento en el segundo trimestre tras haberse expandido un 1,3 por ciento en los primeros tres meses del año.
“Prevemos una recesión en la segunda mitad del año, aunque mucho más leve que la que vimos antes. Las exportaciones han proporcionado un impulso, pero con el deterioro de las perspectivas en la eurozona es difícil que España crezca, y sin que la demanda interna sirva para compensarlo durante un tiempo”, dijo Ken Wattret, de BNP Paribas. Tras seis trimestres de recesión y uno de estancamiento, la economía doméstica salió de un profundo proceso de contracción económica en el primer trimestre de 2010.