La agencia de evaluación financiera Standard and Poor’s (S&P) excluyó el viernes en la noche a EE.UU. del círculo de privilegio de los países tomadores de préstamos más fiables del mundo. Es decir, pasó de la calificación AAA a AA+.
El país enfrenta esta situación, según S&P, por su creciente deuda, el pesado déficit y la carencia de planificación de políticas.
Un primer efecto de esta resolución es la depreciación de su moneda frente a otras del mundo, como el euro, el yen, entre otras.
Esto no tendría un efecto negativo para el país, afirma Gloria Alarcón, ex presidenta del Comité Empresarial Ecuatoriana. Ella asegura que con una moneda no tan costosa el Ecuador tendría más posibilidades de vender productos en el mercado externo.
En los mercados internacionales el hecho de que se debilite el dólar no es bueno, agregó Alarcón. “Pero, en el corto plazo, esto permite que los productos ecuatorianos de exportación mantengan un nivel de competitividad en un momento crítico de la economía mundial”.
Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación de Exportadores, coincide con este argumento y señala que al devaluarse el dólar los productos ingresarán a otros mercados con buenos precios.
Otro efecto de la crisis según Alarcón, es la posible disminución de las importaciones que efectúan los estadounidenses.
Mientras Mauricio Pozo, ex ministro de Economía, señaló que lo que sí puede ocurrir en este escenario es que se debilite el precio del petróleo y con ello se reduzcan los ingresos en el país. El presupuesto de Ecuador, recuerda Pozo, tiene un eje principal: el alto precio del petróleo en los mercados internacionales.
Otra situación es que EE.UU. reduzca sus líneas de créditos. “El 95 % de líneas de crédito en el sector privado llega de EE.UU”.