Los diálogos finales entre el Gobierno y ocho sectores del transporte no se dieron el jueves pasado como se esperaba. Por ahora, las posiciones entre ambas partes están distantes. Se espera concretar una reunión para el próximo miércoles. Paúl Hernández, asesor en estos encuentros del ministro de Transporte, Marcelo Cabrera, explica la posición del Régimen frente a este tema.
¿Por qué se suspendió la reunión entre transportistas y el presidente, Guillermo Lasso, el jueves pasado?
Fue un tema de agenda presidencial. La reunión se cambió para el miércoles de la próxima semana. Mientras tanto, vamos a seguir trabajando con el sector, para ver en qué más podemos ayudarles y esa sería la línea hasta llegar a dialogar con el Presidente.
¿La propuesta del Gobierno es congelar el precio del diésel en USD 2,10 para el transporte público?
La primera propuesta fue hacerlo en ese valor. Sin embargo, en una reunión anterior y llegando a negociaciones bajamos el planteamiento y se propuso congelar el precio del diésel para el sector del transporte público cuando este alcance los USD 2. El transporte público comprende al segmento urbano, inter e intraprovincial. Otra propuesta fue generar beneficios a través de compensaciones para el transporte comercial.
Entonces, ¿los USD 2 es la oferta final del Gobierno?
Esa es la oferta que se les entregó a los transportistas en un documento que contenía algunos de los acuerdos; entre ellos, el de los USD 2 por galón. Se hicieron algunos cálculos y se llegó a ese valor. Vamos a ver qué nos dicen los transportistas, el compromiso de ellos era difundir toda la información con sus bases para ver si están de acuerdo, qué les interesa, qué no les interesa y ver de qué otra manera se les puede apoyar.
¿Se pueden aún discutir los USD 2?
Esos son valores que los puede discutir un poco más el Ministerio de Finanzas. Ellos están analizando los impactos fiscales para ver cuánto puede dar el Gobierno o cuánto está en la posibilidad de entregar a los transportistas con base en la economía del país. Finanzas será el ente que verifique los números y recomiende al Presidente si es factible o no.
Los transportistas públicos plantean USD 1,65 y el de carga comercial USD 1,80. ¿Cómo ven esas contrapropuestas?
Es una diferencia alta, que quizá no sea factible, porque es complejo regresar a un combustible que ya subió de precio (Ndlr: actualmente está en USD 1,69). Los cálculos debe hacerlos el Ministerio de Finanzas. Sin embargo, más bajo de lo que tenemos en bandas o precios del mercado es bastante difícil. Menos de lo que estamos ahora, no.
Representantes del transporte en taxis y camionetas señalan que la reducción de aranceles no les beneficia. ¿Qué otra propuesta se les puede hacer para compensar eso?
Hay algunas propuestas, no todos son temas económicos. La reducción de aranceles ha sido analizada con base en los costos operativos de transporte y vimos en dónde se pueden generar ahorros para ellos. La nueva Ley de Transporte les da algunos beneficios respecto de temas como la vida útil de los vehículos, la contratación de choferes, las revisiones técnicas vehiculares. Además, la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) está trabajando en un nuevo modelo tarifario para algunas modalidades.
¿Cómo cuáles?
Para el taxismo se está analizando, por ejemplo, permitirles más adelante comprar unidades importadas sin aranceles o con reducción. Se va a desarrollar también el taxímetro digital, que exista una tarifa diferenciada según horarios y horas pico, áreas comerciales, entre otros. Con estas herramientas adicionales, también se generan ahorros.
Ellos ven que el mayor problema en el alza del precio al diésel. ¿Ahí se centrará la discusión?
Nosotros les ofrecemos varias cosas que van de la mano, por ejemplo la tarifa, trabajar en reglamentos para mejorar la calidad del transporte, simplificación de trámites. Muchos de los transportistas tienen que moverse a hacer tramitología que cuesta y ahora se va a simplificar.
¿Congelar el precio para cierto sector no es un retroceso en la política de eliminación progresiva de subsidios?
No es un retroceso. La política es transparentar los costos del transporte y, en ese sentido, lo primero son los combustibles. Una vez que llegue a USD 2, si es que sigue subiendo, vamos a focalizar. El transporte público nunca va a pagar más de USD 2, el restante sería lo subsidiado. Se le da el subsidio al transporte público, porque este depende de una tarifa que es fijada por el Gobierno o por los gobiernos locales. En ese sentido, ellos no pueden salir al mercado y decir que van a subir la tarifa, por eso se está focalizando.
¿El ofrecimiento de USD 2 está dialogado con el Fondo Monetario, con quien el país desarrolló un programa que establecía una eliminación gradual de estos subsidios?
No conozco muy bien el tema. Finanzas lo maneja, pero el precio de USD 2 se planteó bajo el lineamiento del Ministerio de Finanzas, tomando en cuenta la economía del país.
De llegar a un acuerdo, ¿cuándo se aplicaría?
La propuesta, como dijimos, es congelar el precio del diésel cuando llegue a USD 2 y eso se alcanzaría tentativamente en abril de 2022.
Los taxistas piden congelar en USD 2,39 el precio de las gasolinas extra y ecopaís, ¿eso es negociable?
Ahora no es negociable, porque ya subió el precio de esas gasolinas sobre ese valor y está en USD 2,50. Nada de lo que se negocie puede ir por debajo de los precios actuales. Para ellos, como dije, hay otro tipo de beneficios que ellos mismos han pedido. No obstante, se escucharán todos los puntos de vista, hay que analizar la economía del país.
Hoja de vida
Es máster en Gestión de Proyectos y Transporte Intermodal. Fue director de Transporte Ferroviario, experto en Transporte Terrestre, subsecretario de Transporte Terrestre. Actualmente se desempeña como asesor del Ministro de Transporte y Obras Públicas.