Los bancos centrales de América Latina se están acercando al final de los ciclos de fuertes alzas en las tasas de interés e incluso algunos están comenzando a considerar recortes, a medida que la economía planetaria se debilita más.
Desde inicios de agosto los mercados han pasado de esperar nuevas alzas de tasas a apostar por rebajas en Brasil, Chile y México. En este último país, el Banco Central sorprendió a los inversores el viernes al abrir la puerta a un recorte.
Las autoridades de la región fueron de las más agresivas a nivel mundial en subir las tasas de interés tras el fin de la crisis financiera global. Ahora, podrían ser de los primeros en comenzar a bajarlas, siguiendo los pasos de otros países como Dinamarca, Turquía, Suiza, entre otros.
Los economistas afirman que, en términos generales, la política de la región está más relajada ahora que a mediados del 2008, lo que significa que los recortes podrían ser graduales respecto de la última ronda de alivio monetario.
“Diría que tomando en cuenta el deterioro de las condiciones externas, el ciclo de ajuste en Latinoamérica está básicamente terminado”, dijo Alfredo Coutiño, director para toda América Latina en Moody’s Analytics.
“La probabilidad de una nueva crisis externa en los próximos meses ha aumentado (…), podríamos ver recortes de tasas, los bancos centrales van a ser cautos y van a ir despacio”, señaló el experto.
Los bancos centrales de la región seguirán de cerca las condiciones en Europa y EE.UU. , así como los precios de las materias primas, una gran fuente de recursos pero también de inflación.
Los precios de estos productos cayeron más de un 7% en ocho días a inicios de agosto, cuando los mercados temían un nuevo colapso mundial. Desde entonces, han recuperado algo de terreno.
Un giro de 180 grados
Analistas creen que los países de América Latina, entre los que están Colombia y Perú, podrían bajar sus tasas si los precios de las materias primas se desplomaran.
Tasas más bajas ayudarían a las economías a suavizar la apreciación de sus monedas. Los economistas estiman que una baja del 10% del índice CRB en lo que respecta al real brasileño reduciría 0,5 puntos porcentuales de la inflación del país, que marcha en torno al 7%, muy por encima de la meta propuesta por el Régimen. Otros países de la región tienen tasas de inflación de entre 2,9 y 3,5%, inferiores a las del 2008.
Hasta hace poco, los inversores esperaban que Brasil subiera su tasa o la dejara estable en su actual 12,5% hasta el 2012. Pero las cotizaciones del mercado de futuros y las estimaciones apuntan ahora a una rebaja antes de que termine este año.
El Banco Central de Brasil se reúne el miércoles y se espera que mantenga la tasa referencial sin cambios por primera vez durante lo que va de este año.
Mientras tanto en Chile, país en el que su Banco Central ha ajustado la política a lo largo del último año, la tasas de interés apuntan a una reducción de 25 puntos básicos en octubre desde el actual 5,25%.
El presidente del Banco Central de ese país, José De Gregorio, afirmó que una rebaja es ahora tan probable como un alza, aunque las tasas de interés también podrían estar estables durante varios meses.
Los países son cautelosos
El Banco de México, que según analistas era visto como menos propenso que sus pares a bajar las tasas, indicó el viernes que podría considerar esa posibilidad si los movimientos de la economía y los mercados producen un endurecimiento no deseado de las condiciones monetarias.
Los mercados pasaron a apostar un recorte de 25 puntos básicos para fines del 2012, un giro respecto del comienzo del mes, cuando los inversores esperaban un alza para la misma época.
Una diferencia frente al anterior ciclo de rebajas es que los recortes comenzarían con un punto de partida más bajo. Las tasas promedian un 6,25 % en Brasil, México, Chile, Colombia y Perú, frente al 9,33% de hace tres años. Esto implica que los bancos centrales no pueden proveer la misma cantidad de estímulo que en la crisis anterior, cuando las tasas bajaron en forma drástica, y que por lo tanto serían más cautos en el tamaño y momento de los recortes.
“Los bancos centrales de América Latina estarían listos para hacer recortes, si lo necesitaran, independientemente de que ahora tengan condiciones monetarias más relajadas que durante el inicio de la crisis del 2008″, dijo el analista económico Andre Loes.
“Si la desaceleración de la economía en los mercados desarrollados resulta muy intensa, las condiciones para flexibilizar la política monetaria se materializarán y las tasas de interés de la región serán recortadas”.