Otro de los puntos que causa preocupación en los sectores productivos es el que tiene que ver con el pago del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) sobre las exportaciones de bienes y servicios que presuntamente generarán una salida de divisas.
La ministra Coordinadora de la Producción, Nathalie Cely, sin embargo, explicó que el ISD no se cobra sobre cada transacción que realice un exportador, sino sobre aquellos valores que no entraron al país, es decir, que resultan de la venta que se realizó menos lo que se reportó como ingreso.
“Los exportadores declararán este impuesto una vez al año, pero por el saldo de las importaciones y transacciones que dejen en el extranjero”.
Sin embargo, para empresarios como Francisco Rengifo, la palabra “presunción” deja un ambiguo campo de maniobra. “Si al final de año la autoridad tributaria señala que lo que yo declaré, pese a ser verdad, no se corresponde con su presunción, entonces me cobrarían por recursos que ni siquiera tengo afuera del país”.
Para un exportador de productos madereros, que pidió su reserva, “la situación es preocupante debido a que ese capital de trabajo que a veces dejamos en el exterior, para facilitar los pagos a proveedores, por ejemplo, deberán regresar. Y, cuando vuelva a enviarlos deberé pagar otra vez. Estaría pagando un 10% de impuesto”.
Eso, para el presidente de la Federación de Exportadores, Felipe Ribadeneira, es algo que requiere un serio análisis.