La compañía aérea española Iberia anunció ayer la supresión de 4 500 puestos de trabajo, casi una cuarta parte de su plantilla. Los sindicatos calificaron de “un ataque brutal” y un “desmantelamiento” de la empresa, agitando la amenaza de una huelga de trabajadores.
El plan de reestructuración prevé un “recorte de la plantilla de 4 500 personas” de un total de unas 20 000 empleadas por la compañía de bandera española, anunció ayer IAG, el grupo nacido en el 2011 de la fusión de British Airways e Iberia.
Según la UGT, uno de los dos principales sindicatos españoles junto con CCOO, se prevén también reducciones salariales de entre el 25 y el 35%.
El grupo fijó el 31 de enero como fecha límite para alcanzar un acuerdo con los sindicatos sobre este plan y les advirtió que si no se logra “serán necesarios recortes mayores y una mayor reducción del tamaño y de las operaciones de Iberia”. “No vamos a negociar este plan en absoluto”, dijo Manuel Atienza, portavoz de la UGT, tras una reunión con la dirección.
El principal sindicato de pilotos, Sepla, denunció“un ataque brutal de los británicos”, que “quieren poner a muerte a Iberia”. “Vamos a pedir amparo al Gobierno” español, afirmó el presidente de la sección sindical de Iberia de Sepla, Justo Peral.
“La crisis económica en España y en Europa ha afectado a Iberia, pero nuestros problemas son estructurales y anteriores a la situación actual del país. La compañía está perdiendo 1,7 millones de euros cada día que pasa”, señaló el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, citado en el comunicado de IAG.