Las autoridades afganas elevaron este martes 18 de enero del 2022 a 22 el número de muertos tras un terremoto de 5.3 grados ocurrido el lunes en un área rural de la provincia de Badghis, en el noroeste de Afganistán, que dejó además cerca de un millar de viviendas destruidas, en su mayoría endebles casas de adobe.
“Con gran tristeza, debo decir que 22 personas han muerto y 800 viviendas quedaron destruidas en diferentes distritos de la provincia de Badghis, especialmente en Qadis“, indicó el portavoz del Gobierno talibán Bilal Karimi.
Las labores de asistencia a los damnificados continúan en el lugar y la Administración del Gobierno ha pedido a “todas las agencias relevantes y al Ministerio de Gestión de Desastres que se comuniquen con las familias afectadas para brindar asistencia de emergencia en el área”, dijo el portavoz.
El terremoto, de 5.3 grados según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), afectó varias localidades del distrito de Qadis, provocando el desplome de centenares de viviendas.
Imágenes difundidas de la tragedia muestran al menos un poblado de casas de barro gravemente dañado por el sismo, además de los cuerpos de un adulto mayor y una niña recuperados de los escombros.
“Todas las muertes se debieron a derrumbes de techos de las viviendas, ya que la mayor parte de la gente de estas zonas son pobres y viven en casas de adobe“, dijo un habitante de la zona, Mirwais Omari.
El terremoto del lunes se produjo mientras Afganistán se enfrenta a una crisis humanitaria, agravada por meses de sequía, la llegada del invierno y la captura del poder de los talibanes el pasado agosto.
Afganistán suele sufrir terremotos, especialmente en la zona conocida como Hindu Kush, de gran actividad sísmica y habitual punto de origen de movimientos telúricos en la región.
En octubre de 2015 un sismo de 7,7 grados con epicentro en el extremo nororiental del país dejó más de un centenar de muertos en Afganistán y casi 300 fallecidos en el vecino Pakistán, donde se registraron también más de 2 000 heridos