La ubicación estratégica de la provincia tsáchila, entre la Sierra y la Costa, la convierte en paso obligado para la comercialización y abastecimiento de productos. Unos 26 000 vehículos transitan diariamente por dos de sus peajes.
Santo Domingo está en permanente actividad económica y es “cabeza de región del trópico húmedo”, explica Marianela Sánchez, directora de Desarrollo Económico del gobierno provincial.
Según datos del último censo poblacional (2010) del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), la provincia tiene 474 000 habitantes, “pero si se suma toda la población de influencia, bordea los dos millones”, dice Sánchez. Y es que con el comercio llega gente de Quevedo (Los Ríos), Esmeraldas, del noroccidente de Pichincha, Manabí y Guayas.
La zona de la 3 de Julio, en la cabecera cantonal, es un ejemplo de actividad comercial permanente. Allí el 60% de las ventas corresponde a ropa, el 20% a calzado y el 20% restante a otros ítems.
En la vía a Quevedo, en cambio, en varias cuadras se ubican los almacenes de repuestos de vehículos. “Entonces la gente hace su actividad económica en Santo Domingo y de aquí abastecemos a toda esa región. Los grandes almacenes tienen sus bases aquí”.
Una tierra productiva
Otras de las actividades de la zona es la productividad vinculada a la calidad del suelo. Y esta característica la han aprovechado muy bien sus 130 exportadores. El abacá está a la cabeza de las exportaciones, que pasaron de 4 502 toneladas en 2020 a 4 641 en 2021, según datos de Agrocalidad.
Además, el 80% de la piña del Ecuador sale de esta provincia. El cacao, el palmito y el orito también son de sus principales productos de exportación.
El 51% del territorio de la provincia es pasto, lo que la convierte en altamente ganadera. Semanalmente se mueven USD 4,5 millones en la feria de la Asociación de Ganaderos (Asogan). Incluso, el precio de la carne se fija ahí.
Santo Domingo es considerada “la parrilla del Ecuador” en el tema gastronómico, por lo que en sus restaurantes y comedores es común el uso de los cortes.
La ciudadanía
A Santo Domingo de los Tsáchilas llega gente de todas partes del Ecuador por su ubicación estratégica, lo que la hace dueña de una gran diversidad cultural. En la provincia, refiere la prefecta Johanna Núñez, se trabaja con una ordenanza de movilización humana, que articula una mesa técnica conformada por entidades del Estado y organizaciones internacionales.
Y es que Santo Domingo acoge también a alrededor de 130 familias de Venezuela, Colombia y Cuba, a quienes se les ha apoyado para implementar sus negocios.
El turismo
Uno de los objetivos que se han trazado las autoridades es el de empaquetar el destino turístico como uno solo. Por lo pronto con la mesa técnica “se ha logrado una organización”, indica Sánchez.
El potencial en esta área es inmensa. El turismo de naturaleza de aventura está representado, por ejemplo, con la Cascada del Diablo, que es en realidad una cadena de cascadas, ideal para la práctica del canyoning, ubicada en la unión del sector de Toachi antes de llegar a Alluriquín (límite con la provincia de Pichincha).
Santo Domingo cuenta cinco hoteles grandes y una gran cantidad de los denominados hoteles ejecutivos, cuya ocupación es del hasta 80% de lunes a jueves. Llegan visitadores médicos, comerciantes, entre otros”.
El fin de semana los hoteles de la zona urbana no tienen tanta demanda, más bien las visitas de turistas se incrementan en los centros culturales tsáchilas. Hay siete comunas y 17 centros culturales de este tipo, donde es posible aprender de esta etnia emblema.
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