La gente se subía por las paredes. Otros estaban en el techo. Todos querían recuperar el dinero que habían invertido en el notario José Cabrera. Habían pasado años en este “negocio”, pero la quiebra se produjo en el 2005, cuando él falleció.
En la Fiscalía se presentaron 8 000 denuncias de personas que invirtieron desde USD 10 000. A los acreedores se sumaron 10 000 militares afectados. Este caso, conocido como el del Notario Cabrera, es solo un hecho de fraude masivo que se recuerda en el país, aunque también se han dado otros.
El viernes pasado explotó uno en Guayaquil. Solo ese día llegaron más de 650 denuncias a la Fiscalía en contra de Publifast, una empresa que llamaba a los interesados en mover publicidad en la red.
Entre otros hechos que se recuerdan está el que ocurrió en 1999. Ese año Segundo Aguilar fue detenido por una presunta estafa a 45 moradores de la ciudadela Casita del Pobre de la parroquia Calderón, en Quito.
Los afectados dijeron que un mismo terreno ha sido revendido por tres o cuatro veces a diferentes personas. Por cada terreno se le pagaba 50 000 sucres mensuales, algunos cancelaron de una vez entre 800 000 y tres millones de sucres.
Ese mismo año, unos 900 ambateños se quedaron sin sus ahorros luego de que se cerrara una cooperativa de Ahorro y Crédito. Ningún funcionario acudió a darles explicaciones: indígenas, comerciantes informales, taxistas, ex trabajadores públicos, entre otros, estaban entre los afectados.
En el 2000, alrededor de 200 personas pagaron por ir a España pero no pudieron hacerlo. La propuesta era seductora: viajar a España y tener un trabajo a cambio de USD 500. En una oficina informaban que los interesados debían depositar una cuota de USD 200 para asegurar su cupo en un vuelo alquilado. Mucha gente hipotecó los bienes y hasta accedieron a préstamos bancarios, pues la propuesta era viajar y ganar hasta USD 900 mensuales.
Ese año, en Cuenca un falso médico aparentemente también estafó a 62 personas. Amparado en su relación y amistad con miembros de una parroquia, el sospechoso logró que 62 personas de esa provincia le den entre USD 5 000 y 9 000, con la promesa de conseguirles una visa legal de ingreso a EE.UU.
Incluso, según los perjudicados, se presentaba como cuñado de uno de los colaboradores de la Embajada de ese país en Quito.
Perjudicados por el Notario Cabrera hicieron fila en las afueras de la Fiscalía, el 15 de noviembre del 2005. Foto: Archivo EL COMERCIO
En el 2001, una agencia de viajes afectó a 86 usuarios. Los compatriotas, entre ellos 9 niños, habían comprado paquetes turísticos a varias agencias de viajes como Holiday Travel, Eurotur, Mundo Valle… que, supuestamente, aseguraban el ingreso legal en España.
No solo eso. Un guía los esperaría en la capital para ayudarlos en todo, además tendrían una estadía de dos días promedio en un hotel.
La gente pagó hasta USD 1 100, pero nunca se concretó lo ofrecido.