Tras la autorización para que las instituciones educativas del país retomen la modalidad 100% presencial, de forma obligatoria, padres de familia manifiestan sus preocupaciones. La principal es si la infraestructura de los plantes fiscales está en condiciones de recibir a la cantidad de alumnos que pertenecen a ellos.
Andrea Garzón tiene dos hijos en centros particulares de Quito. Ambos ya se encuentran en clases presenciales, ya que su nivel de estrés era alto, cuenta la madre. “Mi hijo Nicolás, de inicial dos, no quería conectarse a clases virtuales. Lloraba y se escondía bajo la mesa”.
La madre confía en los protocolos del plantel de sus hijos, pero le preocupa que algunos familiares tengan estudiantes en el sistema fiscal. “No tienen agua ni personal de aseo. El riesgo es grande y en el país no hay una cultura de cuidado y respeto. Deberían revisarse minuciosamente esos casos”.
Al primer grupo, que retornará el 22 de noviembre, pertenecen 402 309 estudiantes de tercero de bachillerato técnico y rural. Son estudiantes de 15 a 17 años, de los cuales algunos ya están asistiendo a las aulas como parte del retorno voluntario.
La ministra de Educación, María Brown, dijo que el 54% de planteles del país (8 850) tiene autorización para el uso de sus instalaciones, con aforo reducido. Estos albergan a 770 582 alumnos.
María Sánchez, otra madre de familia, considera que antes de volver, todos los estudiantes deben estar vacunados. “Eso nos da seguridad como padres. Sabemos que con la vacuna no se evita el contagio, pero no coparemos los hospitales ni habrá casos graves y muertes”.
La inmunización, dice ella, es fundamental para colegios fiscales como el de su hijo de 13 años. “Las aulas tienen hasta más de 40 estudiantes, no es como en los particulares, que hay pocos alumnos y se puede mantener el distanciamiento“.
La propuesta que presentó el Ministerio de Educación y que aprobó el COE Nacional dice que los alumnos de planteles que no estén en condiciones para recibirlos serán reubicados en otros. Esto será mientras se hace una intervención en la infraestructura.
Sonia García, madre de una estudiante fiscal, está completamente en contra de la disposición. “No enviaré a mi hija a la escuela. Si se enferma, el Ministerio de Educación no va a correr con los gastos“.
Mientras, padres de familia como Augusto Espín dicen que ya es hora de que los chicos vuelvan. Él sostiene que los niños y jóvenes han tenido el tiempo suficiente para aprender la importancia de usar correctamente la mascarilla, mantener el distanciamiento y no compartir cosas con sus compañeros.
Su hijo de cuarto de básica volverá a su plantel fiscal, tras casi dos años. “Si se contagia, no será grave porque estará inmunizado”. Además, el padre sostiene que los niños y adolescentes retornaron a otros espacios menos seguros que las escuelas. “Van a cines, a centros comerciales, a fiestas. ¿Por qué no a las aulas?”.
La pandemia ha podido ser controlada en las instituciones educativas, dijo la ministra Brown. Los reportes desde el 7 de junio indican que hubo 33 casos de contagios en estudiantes, que no se han convertido en colectivos. Esto representa el 0,004% de los que han retornado. “Así confirmamos que, si se respetan medidas, las instituciones educativas son espacios seguros”.
Para el retorno de cada grupo de edad, la condición es que en los cantones donde se encuentre cada plantel, el 85% de su población escolar tenga el esquema completo de vacunación anticovid. Si no llegan a ese porcentaje, no se autorizará el retorno a ningún plantel del cantón involucrado.