Tambán se hunde por una falla geológica

El fenómeno destruyó tres viviendas, la casa comunal, la iglesia, una cancha y un muro. No hubo heridos ni fallecidos. Foto: Cortesía Gestión de Riesgos del Municipio de Chimbo

“La tierra se abría y sonaba como en las películas de terror; luego, parte de la montaña se deslizó y la luz se fue. Vivimos momentos de pánico y miedo”, cuenta Edison Bosques, uno de los vecinos del barrio Tambán del cantón Chimbo, en Bolívar.

Este sitio fue afectado la noche del martes pasado por un deslizamiento de tierra. El deslave fue sentido como un sismo de baja intensidad.

En la oscuridad, las personas solo tuvieron tiempo para quedarse paradas y pedir a los demás que esperasen o se arrimaran a las paredes del otro extremo de la vía adoquinada, que conduce a la parroquia Asunción, y que se quedó inha­bilitada al tránsito vehicular.

Con ayuda de linternas, luego lograron mirar una parte de la magnitud del deslave que llegó hasta los terrenos de la Unidad Educativa 3 de Marzo.

Bosques cuenta que están temerosos porque sus viviendas se encuentran cerca del deslizamiento y se pueden caer si se presenta otro derrumbe. “Es difícil la situación que vivimos. Gracias a Dios salimos hace ocho días a otra casita que nos prestaron en el sector”.

Con los primeros rayos de luz, se pudo mirar la dimensión del fenómeno natural. El personal de Gestión de Riesgos del Municipio de Chimbo, el Servicio de Gestión de Riesgos y autoridades del cantón y de la provincia efectuaron un recorrido para determinar y cuantificar los daños.

Alberto Arellano, jefe de Riesgos del Cabildo, dice que el desprendimiento de la masa de tierra formó un socavón de alrededor de 40 metros de profundidad y 120 metros de largo. Este destruyó tres viviendas, la casa comunal, la iglesia, una cancha de uso múltiple y un muro de contención.

También un tramo de la carretera asfaltada denominada El Torneado (que conduce del cantón Chimbo a la parroquia de Balsapamba) desapareció con el movimiento de tierra. Pero existe una vía alterna.

Los viajeros pueden utilizar como alternativa la Las Guardas-Balsapamba, que cruza por el cantón San Miguel, San Pablo-Las Guardias hasta arribar a Balsapamba, en la carretera a Babahoyo, en Los Ríos.

Arellano afirma que no hay personas heridas ni fallecidas, solo pérdidas materiales. Con anterioridad, seis familias fueron evacuadas por el cuarteamiento del terreno, que se inició hace un año. Cada vez las aberturas se ampliaban, por eso decidimos hace 15 días que debían salir por el alto riesgo.

Ahora, una familia está en un albergue temporal de La Asunción, otra en una villa de la Unidad Educativa 3 de Marzo, otra donde familiares y las restantes en casas prestadas. “Estamos analizando para ver si se requiere evacuar a más familias”, menciona Arellano.

El funcionario, además, recuerda que hace 11 años la parte derecha de la montaña ya destruyó más de 13 viviendas. Entonces, las familias fueron reubicadas en una ciudadela cercana a Tambán, donde ocurrió el nuevo deslizamiento.

Según Arellano, un estudio geológico efectuado años atrás determinó que hay una falla geológica en el lugar. “Es posible que haya nuevos deslizamientos de tierra, por eso hay que tener cuidado, y se impidió el paso de la gente para evitar riesgos en esa zona”.

En la mañana y tarde de ayer se reunió el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, con la presencia de los representantes de ministerios, del Ejército y de la Gobernación. Ahí se decidió hacer un estudio geológico de la zona. También, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) distribuirá kits alimenticios a las familias afectadas. Y cada uno de los ministerios realizará una evaluación para llegar con ayuda.

Carlos Muglisa es otro de los afectados. Su casa -que compró hace 15 años- se destruyó con el deslave. Ahí funcionaba su taller de carpintería.

Muglisa cuenta que hace cuatro meses las paredes de su casa comenzaron a agrietarse con fisuras pequeñas, pero con el pasar de los días la iglesia se cuarteó y desde entonces su vivienda también empezó a destruirse. “Todos los días medía la separación e iba creciendo entre 2 y 5 cm.
Por eso, hace un mes decidimos salir”.

En su taller de carpintería, donde trabajaba a diario, estuvo durante pocos días más. Pero al notar que la vivienda se derrumbaba sacó todas sus herramientas y maquinaria y las encargó en una bodega de la unidad educativa de la zona.

Las autoridades le prestaron una villa que antes era usada por los docentes del centro educativo. Ahí vive con su esposa y dos hijas. Por la falta de recursos no ha arrendado un local para volver abrir su taller.“Esperamos que el Gobierno nos ayude a reubicarnos, nos quedamos en la calle”.

En la tarde de ayer estaba prevista la visita del presidente Guillermo Lasso a Chimbo, para mantener una reunión con el COE cantonal y después efectuar un recorrido por la zona afectada. Hasta el cierre de esta edición, no se informó sobre el arribo del Mandatario.

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