Las actividades eruptivas superficiales de los volcanes Cotopaxi, Reventador y Sangay son visibles en la atmósfera.
Desde arriba, los satélites registran las emanaciones de gases y ceniza de los tres volcanes. Antes ya eran visibles las del Reventador y Sangay, que están en pleno proceso eruptivo. El Reventador ya cumplió 20 años en esa etapa.
Patricia Mothes, vulcanóloga del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, recuerda que las emisiones del Cotopaxi comenzaron el 21 de octubre del 2022.
Esas salidas de gases y ceniza son visibles sobre el domo o boca del Cotopaxi. Su cima, cubierta por el glaciar blanco, aparece intacta en una de las fotografías tomadas desde el avión Twin Otter de la FAE, durante un sobrevuelo de monitoreo realizado la mañana del 28 de noviembre de 2022 por los técnicos del Geofísico.
En esa tarea también se obtuvo una imagen térmica que muestra en colores amarillo- naranjado las zonas más calientes con temperaturas que no superan los 40 grados.
Esta información está recogida en el cuarto informe especial del Instituto Geofísico sobre el Cotopaxi.
Estas características revelan que el Cotopaxi, uno de los más activos del país, entró en un nuevo proceso eruptivo, pero de baja intensidad; es decir, distinto a su primera erupción registrada el 14 de agosto de 2015.
Las similitudes con el proceso eruptivo del 2015
El vulcanólogo Benjamin Bernard, del Instituto Geofísico, explica esas semejanzas.
- Es un volcán que bota bastantes gases como en el 2015. Aunque esta vez son más bajos, que alcanzan entre 1 000 y 1 500 toneladas de dióxido de azufre por día, parecidas a las que se emitían antes de la gran erupción del 14 de agosto del 2015. En este nuevo proceso, el 26 de noviembre fue el día que más emisiones hubo: 3 800 toneladas, la mayor cantidad que se ha tenido desde octubre.
- El 14 de agosto del 2015 salieron más de 24 000 toneladas de dióxido de azufre. En la actualidad, este material sale del magma superficial que se encuentra en el conducto del coloso.
- El Cotopaxi tiene más emisiones de gases que el Reventador y un poco menos que el Sangay, pese a que su proceso es de baja intensidad.
Las diferencias
- Antes de la erupción del 2015, el volcán tuvo cuatro meses de ‘preparación’ o calentamiento. Los sismos, vibraciones y otras señales se tuvieron durante ese período hasta la gran erupción del 14 de agosto, tras más de 138 años de inactividad.
- Esta vez, el volcán ha permanecido caliente, es decir, preparado para reactivarse. Al tener el conducto abierto -dice Patricia Mothes- luego del 2015, la emisión de gases y ceniza es más fácil.
- No hay surgimiento de nuevo magma desde la profundidad. Eso se evidencia por los pocos sismos y vibraciones (tremores) que se registran en relación con las de hace siete años.
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