El deseo de aceptación empuja a los adolescentes a los retos virales

Niños y adolescentes son atrapados por los retos virales debido al deseo de aceptación. Estos desafíos de las redes sociales pueden dejar secuelas. Imagen: Pexels.

Ser nominado a un challenge en línea puede ser cotidiano para un niño o un adolescente. Pero el deseo de aceptación los empujará a participar en los retos virales que circulan en las redes sociales, sin medir los riesgos.

En el mundo y en el Ecuador, cada vez más chicos son atrapados por estos peligrosos desafíos. Se involucran en ellos de forma impulsiva y al final pueden sufrir quemaduras, daño neurológico permanente, asfixia, incluso hasta la muerte.  

La psiquiatra Verónica Vélez dice que el deseo de aceptación es clave para entender el alcance de estos retos. “Los chicos buscan seguidores, buscan likes, buscan volverse virales y en esa búsqueda pueden sufrir afectaciones emocionales y físicas”.

A su consultorio en el Hospital Especializado Julio Endara, del Ministerio de Salud Pública en Quito, han llegado adolescentes luego de quemaduras por intentar tolerar agua caliente sobre sus cuerpos.

Otros tienen huellas de cortes. También hay quienes llevan cicatrices más profundas por ansiedad y depresión.   

Jugando con su vulnerabilidad   

La niñez y la adolescencia son etapas en construcción. La psiquiatra Vélez explica que tanto sus emociones como la parte cognitiva atraviesan un proceso de maduración.

“El cerebro no ha logrado desarrollar todas sus estructuras ni conexiones neuronales. Estos son las que permiten el juicio, la abstracción, el razonamiento complejo y la toma de decisiones”.

El psicólogo Cristian Arias, vocero de Crianza Responsable Ecuador, aclara que el cerebro humano termina de madurar a los 22 años. “Un adolescente no ha desarrollado el área de freno inhibitorio, que tiene que ver con los impulsos y los riesgos”.  

También experimentan una alta carga hormonal, con efectos son la impulsividad, la agresividad, la intolerancia y la frustración.

“Ese es un terreno abierto a la ansiedad, la tristeza, la depresión -dice Vélez-. Si no son canalizados de forma correcta por los padres, lo harán a través de los grupos en las redes sociales”.

¿Qué es un reto viral?

Todo empieza con una nominación. Puede llegar a través de un mensaje de WhatsApp o por videos colgados por otros chicos.

Los jóvenes se encargan de viralizarlos en redes, en especial Tik Tok, Instagram y Facebook. Luego, con la misma velocidad, tienden a desaparecer.

Quiénes están detrás es un misterio. Su figura se pierde entre una multitud virtual que sigue las pautas sin cuestionamientos, aprovechando la baja percepción del autocuidado de los participantes.   

Los desafíos de mayor riesgo inducen a lesiones. Algunos pueden ir escalando por niveles, desde pequeñas pruebas como ver una película de terror hasta acciones que ponen en peligro sus vidas.

5 consejos prácticos   

El monitoreo de las redes sociales a las que tienen acceso los chicos, así como de las plataformas en línea, es una medida preventiva que se debe aplicar en casa para reducir los riesgos. Imagen: Ilustración.

Para los especialistas, el impacto que tienen los retos virales en los adolescentes es responsabilidad de la familia.

El psicólogo Arias explica que la necesidad de aceptación, de reconocimiento o sentirse parte de un grupo configuran una carencia afectiva. “Esto hace que tengan un perfil sicológico vulnerable para estos challenge”.

Estos son cinco consejos para aplicar en casa:

  • Hay que partir de la asertividad, escuchando y hablando con claridad. Evite el castigo para poder establecer un amplio camino de comunicación.
  • Conozca los retos virales y tenga interés por saber qué consume su hijo en Internet. Al estar al tanto de sus gustos y actividades podrá tener cierto control sobre su círculo social.
  • Monitoree las redes sociales en las que incursionan los chicos y en las plataformas de búsqueda en línea. Así podrá hacer un filtro oportuno de lo que su hijo ve.
  • Si su hijo ha sido parte de estos desafíos hay que buscar soluciones. Una de ellas es motivar un cambio de hábitos. Reemplace el extenso tiempo que pasa frente a las pantallas por actividades lúdicas más saludables, como deportes y tiempo compartido en familia.
  • Si detecta cambios de comportamiento, impulsividad, poca tolerancia a la frustración, busque ayuda profesional. Estos síntomas pueden ser detonados por los retos virales, pero también podrían advertir patologías mentales que requieren un abordaje especializado. 

Origen en las redes  

El 2017 es un año clave. Fue cuando se viralizó el reto de la ‘Ballena azul’, originado en Rusia y que incluía 50 desafíos. El último inducía al suicidio.

En ese año hubo más de 130 muertes en el mundo, con casos en México, Argentina, Chile y España.

El más reciente es ‘el que se duerme al último gana’. Consiste en tomar pastillas de clonazepam e intentar soportar despierto el mayor tiempo posible. En México este reto causó intoxicaciones en al menos 15 menores.

Ecuador no ha dado origen a estos retos; solo los ha reproducido. Tampoco hay registro de casos letales, pero sí han generado hospitalizaciones por heridas.

El último reto 

No podía soportar el sueño. Incluso por unos días dejó de ir a la escuela, porque no lograba mantenerse en pie.

En casa pensaron que se trataba de un cuadro de anemia. Pero los análisis de laboratorio detectaron que había ingerido un potente psicotrópico: clonazepam.

Guayaquil reportó semanas atrás el caso de un pequeño que fue parte de ‘el que se duerme al último gana’ que está circulando en redes sociales. En este desafío los chicos son inducidos a consumir ansiolíticos que no solo provocan sueño.

La psiquiatra Julieta Sagnay dice que esta es una de las drogas más peligrosas por su alto grado de adicción; los daños pueden ser irreversibles. “Puede generar deterioro cognitivo, crisis convulsiva y la abstinencia es muy fuerte”.

Este fármaco es de uso delicado y en Ecuador solo se expende con receta médica. Pero se ofrece a través de las redes sociales sin ninguna restricción.

Sagnay pide activar sistemas de alerta en estos espacios. Además, endurecer los controles para evitar que niños y adolescentes caigan en la adicción por un reto viral.

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