La escuela de teatro realiza las utilerías para el escenario con material reciclado. Foto: Washington Benalcazar/ El Comercio.
Cuando William Shakespeare escribió la comedia ‘Una noche de verano’, en el que incluye un romance entre la nobleza europea, no imaginó que sería adaptada a la sociedad otavaleña, con sus personajes tradicionales.
La Escuela del Teatro del Centro Intercultural Comunitario Kinti Wasi (Casa del Colibrí, en quichua), puso ayer en escena esta obra. Mientras que en la pieza teatral original Teseo, duque de Atenas, es el personaje central, en la ciudad imbabureña lo es Alonso Otavalango, cacique del pueblo.
La trama, que gira al romance de dos parejas, está acompañada de personajes míticos. En la pieza de Shakespeare hay hadas como Oberón y su esposa Tatiana. En la versión local actúan Manuel Imbabura, el espíritu del volcán del último nombre, y su consorte, María Isabel Nieves Cotacachi.
El proyecto surgió en mayo, rememora Ricardo Haro, director de la escuela. Vestido con un overol blanco, con manchas de pintura, al igual que el resto de 25 actores y actrices, el lunes pasado decoraban la utilería para la pieza teatral.
Prefieren el material reciclado, asegura Gabriel Ayala, director artístico. Efectivamente, usando cartones, maderas, plásticos, entre otros, dieron forma a la fachada de un castillo, a una plaza pública y al bosque encantado.
Las imágenes que representan la arquitectura barroco-europea se adaptan también al Valle del Amanecer. Sin embargo, los personajes tienen rúbrica propia. Así, el duende, llamado ponposamente Pukzokisto Leandro Camilo Damián de la Torre Cervantes Cachimuel, quien es la mano derecha del Imbabura, representa a Puck o Robin Goodfellow, espíritu que sirve a Oberón.
Manuel Imbabura, al que también le conocen como Taita Imbabura, está encarnado por Alexis Vinueza. Es la quinta pieza teatral en la que salta a las tablas este joven otavaleño, al igual que la mayoría de integrantes de la escuela. La obra anterior fue ‘Yerma’, de Federico García Lorca. Ahí hizo el papel de Juan, el esposo del personaje central. Ahora, Vinueza está apasionado con Manuel Imbabura. “Es un dios protector de la naturaleza”, comenta.
Esta escuela de teatro ha adaptado ‘El Avaro y las Preciosas Ridículas’, de Moliére.