Los franceses disfrutan los jardines de Monet sin multitudes de turistas

Una mujer toma fotos desde el puente del jardín del estanque de las ninfas mientras visita la casa y fundación de Claude Monet, reabierta después de que las restricciones para prevenir la propagación de la enfermedad coronavirus (covid-19) se suavizaron,

Una mujer toma fotos desde el puente del jardín del estanque de las ninfas mientras visita la casa y fundación de Claude Monet, reabierta después de que las restricciones para prevenir la propagación de la enfermedad coronavirus (covid-19) se suavizaron,

Una mujer toma fotos desde el puente del jardín del estanque de las ninfas mientras visita la casa y fundación de Claude Monet, reabierta después de que las restricciones para prevenir la propagación de la enfermedad coronavirus (covid-19) se suavizaron, en Francia. 9 de junio de 2020. Foto: REUTERS

Los jardines de Claude Monet, inspiración de sus famosas pinturas de 'Nenúfares', reabrieron al público en Giverny, Normandía, en momentos en que Francia emerge de tres meses de confinamiento.

Los exuberantes jardines del pintor impresionista suelen estar repletos de turistas, atrayendo a más de medio millón de visitantes por año y convirtiéndolos en uno de los sitios más visitados de la provincia norteña de Normandía.

Pero con las fronteras francesas aún cerradas a los turistas extranjeros mientras el país levanta cautelosamente sus restricciones, la reapertura ofrece una experiencia íntima a los visitantes locales, la mayoría procedentes de las ciudades cercanas de Rouen o París.

Para mantener las reglas de distanciamiento social, no se permitirán grupos en un mismo jardín, los visitantes deberán usar mascarillas faciales protectoras y seguir una ruta unidireccional, además de reservar su entrada online.

"En esta época del año normalmente recibimos 4 000-5 000 personas por día, ahora podemos tener 900 personas máximo", dijo el jefe de jardinería Jean-Marie Avisard, quien ha trabajado en el lugar desde hace 32 años.

"Estamos muy felices de mostrar lo que hacemos (...) La gente verá el jardín un poco como en una visita privada", agregó.

Visitantes como Jerome Blanchet, un parisino de 73 años, valoró el momento especial lejos de las multitudes. "Creo que reabrir fue una muy buena iniciativa. Estamos viéndolo (el jardín) en condiciones excepcionales".

El pintor vivió en la granja abandonada de Giverny con su familia desde 1883 hasta su muerte en 1926.

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