Redacción Sociedad
El páncreas es el órgano encargado de la digestión y absorción de los alimentos. Además, produce insulina y controla los niveles de glucosa en el organismo.
Estas funciones básicas del páncreas tienden a desaparecer poco a poco, especialmente, por el consumo excesivo de grasas saturadas y de alcohol. Al deterioro de las funciones, la medicina lo conoce como pancreatitis aguda. Esta se divide en fases leve y severa.
El paciente que presenta la primera etapa tiene riesgos menores. Se trata de una simple inflamación del páncreas, que se supera en dos o tres días.
En el Hospital Eugenio Espejo, de Quito, el 60% de pacientes se internó en 2008 con ese tipo de enfermedad pancreática.
En estos casos, al enfermo se le prohíbe todo tipo de alimentación por vía oral y se aplica únicamente suero. Eso permite que se reduzca la inflamación del órgano. Al tercer o cuarto días de iniciado el problema, y dependiendo de su evolución, los médicos autorizan una alimentación sostenida con sopas o purés.
El médico internista Pablo Herrera dice que los casos leves son frecuentes y que el uso de medicamentos detiene el avance.
Sin embargo, cuando el paciente no sigue los tratamientos sugeridos y permite que la afección avance, la pancreatitis se convierte en cuadro severo.
Allí el panorama cambia radicalmente y, en pocas horas, se corre el riesgo de llegar a terapia intensiva y hasta a la muerte