Creo que la violencia y la inseguridad se generan desde quienes hacen opinión. Ellos, permanentemente, a través de sus comentarios en los medios, lo hacen con furia. Hasta cierto punto están llenos de argumentos provocativos.
Eso hace que la gente esté muy estresada, por ende no puede resolver sus problemas. Irrespeta más, grita más, se cuida más, se altera más, desconfía más.
Por eso, cuando reaccionamos ante cualquier circunstancia, lo hacemos con violencia en vez de generosidad y amor al prójimo. Se suma la falta de empleo. Las dos situaciones juntas se convierten en un coctel letal para el buen vivir. Además, hay un consumismo extremo entre la pobreza. La gente se compra celulares de última generación y se viste bien, a cambio de deudas a largo plazo y con intereses voraces.
¿Qué hacer en estos casos? Generar trabajo. La gente ocupada y con remuneración está tranquila, busca mejorar los niveles de producción y no está pensando en robar, matar y odiar. Los padres deben propender a mejorar el tema moral y el Estado, mejorar la educación y la salud.