Al acercarse la Navidad, cada vez más padres se aproximan a las jugueterías para comprar regalos. Foto: Eduardo Terán
Emilio Román no dejaba de sonreír mientras conducía un carro de baterías. Con ambas manos dio vuelta al volante y con destreza recorrió los pasillos del almacén. Sus papás lo filmaron para guardar el recuerdo.
En sus ojos se observaba la ilusión por manejar el auto. Pero recibirá otro regalo que se ajuste al presupuesto de su papá Rafael.
Eso no importó, el niño se divirtió un rato. Dos vueltas fueron suficientes para que cumpliera su deseo de conducir una de estas naves que pueden llegar a costar hasta USD 1 600.
A un mes de la Navidad, en una tienda de juguetes (Juguetón), en la av. Orellana, en el norte de Quito, se observa un flujo constante de clientes que tratan de complacer a los más pequeños de la familia.
Carla Ich tomó una muñeca de la película Frozen. La miró, la reconoció y dijo que era la princesa Ana y trató de abrir la caja. Sus padres la interrumpieron y hablaron con ella. Era muy cara (USD 80) para el presupuesto que manejan.
En este sitio hay decenas de historias. Personas que con esfuerzo pueden juntar dinero para sorprender a sus hijos u otras que no escatiman o que hacen un esfuerzo por la temporada navideña.
Los muñecos de moda para niños son Los Vengadores, ‘Avengers’. Las últimas películas dispararon las ventas de esas figuras de Iron Man, Capitán América, Hulk, Thor, indicó Óscar Piedra, quien trabaja como despachador.
Atrás quedaron los juguetes de ‘Cars’ u otras películas como ‘Aviones’. Aunque en la tienda aún hay varios autos, para quienes los coleccionan. Se observa partes del pueblo de Radiador Spring, incluso.
Sin embargo, la atención de los varones se centra en los superhéroes como Hulk, Spiderman, Ironman, Batman o Superman, Transformers. Las niñas apuntan a las princesas Disney y a las Barbies; Princesa Sofía…
Para los padres es un reto comprar los regalos. No solo juega el precio sino también conocer los gustos de los hijos. Óscar Sánchez “hizo trampa”. Trajo a su hijo días antes a la juguetería para saber cuál era el muñeco favorito. Ese día no lo compró y volvió ayer, martes 24 de noviembre, para adquirirlo. Pidió que lo envolvieran en papel regalo y lo guardará hasta la noche de Navidad. Entonces lo sacará y se lo entregará a Ismael.
Otros padres optan por pedir consejos a los trabajadores del local. Sofía Proaño, administradora, cuenta que los empleados saben cómo actuar, qué recomendar para cada edad y cuáles son los juguetes de moda.
El movimiento comercial se incrementa a partir del 6 de diciembre. La gente realiza las compras de última hora y los horarios de atención deben incrementarse. Normalmente se trabaja hasta las 20:00. Cuando se acerca la Navidad se extienden hasta las 21:00 incluso los domingos.
Los ocho corredores son abastecidos constantemente por los trabajadores. Proaño dice que en estos días se pone más atención a los niños. Algunas de sus reacciones pueden traerles problemas a los trabajadores del local porque gritan o hacen escándalo cuando no se llevan determinado juguete. “Yo me acerco y les ofrezco un dulce, trato de llamar su atención para que se olviden de eso. Algunos niños piensan que trabajo con Papa Noel y me dejan cartas”, dijo.
A pesar de que existen juguetes de multinacionales, en ese almacén también se ofertan artículos nacionales. Hay 30 proveedores del país que abastecen a la juguetería. Por ejemplo, Novocox entrega juguetes infantiles, Crispamoni se dedica a los disfraces o Kankle, a los vehículos de plástico. Estos juguetes ocupan perchas especiales para llamar la atención de los compradores.
Este año, la ilusión por comprar juguetes no solo se vio en los ojos de los niños. Sofía guarda algunos caramelos para amistosamente calmar a los padres que quieran adquirir juguetes de la ‘Guerra de la Galaxias’ y que no lo pueden hacer por diversos motivos. “Los adultos son los que más compran. Sables, máscaras, figuras de acción se acaban de inmediato”, señaló.