Juan Esteban Constaín
El Tiempo, Colombia, GDA
Tenía sin leer, desde hacía casi un mes, muchos correos electrónicos, entre ellos uno de un amable lector en el que me copia un vínculo para entrar a una página con una información “muy interesante y reveladora”, según él. Me pone en el encabezado: “Esto te va a interesar muchísimo, ¿será cierto?”. Así que por fin hoy entré a ver en qué consistía tan interesante y reveladora información, y di con una entrevista fenomenal a Michael C. Luckman. Una entrevista sobre John Lennon.
Luckman es un ufólogo de prestigio internacional –prestigio interplanetario–, fundador de dos célebres organizaciones filantrópicas y filoexogénicas, las más abiertas que uno pueda imaginarse: La Mayoría Cósmica, y el Centro de Nueva York para las Investigaciones Extraterrestres. El propósito de ambas es preparar a la especie humana para el encuentro inminente con seres de otros planetas, y presionar a los gobiernos del mundo para que dicho encuentro sea lo más plácido y constructivo que se pueda.
Entré a la página de La Mayoría Cósmica (cosmicmajority.org) y por ninguna parte se habla de la preparación que les tienen que dar a los extraterrestres para su encuentro con nosotros los terrícolas, lo cual me parece de una negligencia y una perversidad alarmantes: qué será de esas pobres criaturas, quién podrá defenderlas.
Lo mejor es que el profesor Luckman no se ha quedado solo en esas elevadas causas políticas y trascendentales que sus dos organizaciones defienden, sino que también ha puesto su talento y su intuición al servicio de misterios mucho más mundanos, del aquí y el ahora. Podría decirse que el profesor Luckman también suele ‘bajar a la Tierra’, y entonces es capaz de escribir libros apasionantes y esclarecedores, como el ya clásico Alien Rock: la conexión extraterrestre del rock and roll.
Ahora el profesor Luckman acaba de entregarle al mundo la noticia estremecedora de que John Lennon tuvo durante años contactos con los extraterrestres –ya en Internet una voz maligna salió a decir que claro, que era Yoko Ono–, y que su asesinato en 1980 no fue la acción solitaria e infame de un loco suelto, sino el resultado de una feroz guerra interestelar entre dos especies muy distintas de alienígenas: una buena y pacifista, y otra rebelde y guerrerista.
Tal parece, según Luckman, que el pobre John fue elegido para ser el portavoz en la Tierra de los mensajes de paz y amor de una refinada especie extraterrestre, contra la cual se rebeló otra, violenta y vengativa, que escogió a Mark David Chapman para eliminarlo. Por eso, al disparar el revólver contra la espalda del beatle indefenso, Chapman oyó esas voces que hasta el día de hoy asegura haber oído dentro de su cabeza, y que le decían que lo hiciera. Ya lo sabemos: eran los alienígenas dándole la orden.
La teoría del profesor Luckman es sin duda la más audaz (hasta ahora, y dudo que alguien la supere) de todas las que se han propuesto para explicar las causas de ese crimen.