Las lluvias caídas extemporáneamente en el país dificultaron la cobertura de vacunación contra la fiebre aftosa.
Desde el 10 de mayo, cuando arrancó la campaña, hasta el 2 de junio, la vacunación llegó a un 50% de la ganadería. El país tiene 4,4 millones de reses.
Luego, ya sin las lluvias que anegaron los caminos vecinales, el porcentaje creció al 75% hasta el 8 de junio, explicó Teófilo Carvajal, director de la Comisión Nacional de Erradicación de la Fiebre Aftosa. Aunque la fase culminará este miércoles, se pidió una extensión de 15 días, para superar el 85% de cobertura.
Agrocalidad indicó que hasta el jueves la cobertura fue del 61% . Carvajal dijo que Agrocalidad maneja información retrasada, pero el director de esa entidad, Rafael Morales, comentó que ese porcentaje está certificado. “El 75% seguramente corresponde a las vacunas distribuidas, pero no aplicadas”.
Hay otras dificultades. Según Carvajal, el plan debe incluir el control en carreteras y fronteras, difusión de la campaña y educación a los ganaderos. Aunque reconoció que la creencia -sin aval científico- de que la vacuna reduce la producción de leche, complica la meta de erradicar la aftosa, en especial en la Sierra.
El presupuesto anual para combatir la aftosa es millonario, desde octubre del 2007, cuando el Régimen decidió subsidiar las vacunas. En ese año, cuando se cumplía la segunda fase, la inversión fue de USD 4 millones.
En el 2008, para las dos fases, el presupuesto bordeó los USD 8 millones. El 64% del ganado fue vacunado. Un monto igual al del 2008 se asignó al año siguiente y la cobertura subió al 92%.
Para este año se destinaron USD 8 millones. “La decisión es una prueba del esfuerzo del Gobierno por querer erradicar esta enfermedad en los próximos dos años”, dijo Morales.
Antes del 2007, las campañas se emprendían con la inversión directa del sector ganadero.
Si bien el esfuerzo gubernamental ha superado al de otros mandatos, admitió que el resultado no es el esperado. Dijo que gran parte de esa responsabilidad es de los ganaderos. “Parece mentira, pero si ponemos gente que controle, hay ganaderos que se idean alguna ruta para evadir y así no llegamos a nada”.