En la parroquia de Olmedo, el grupo Yana Sisa revitaliza las tradiciones indígenas. Foto: cortesía Erika Caiza y Agustín Cachipuendo.
Cuando cursaban la secundaria, Elean Caiza y Anderson Cacuango no sabían que su pasión por la música rebasaría las aulas del plantel.
Como si fuera una premonición ensayaban junto a otros compañeros del colegio José Joaquín de Olmedo, de la parroquia del mismo nombre, en Cayambe. Esa vez se unieron para participar en el Festival Intercolegial de Música Suena Pichincha.
Pero luego de que el año pasado se graduaron del colegio, los dos compañeros formaron el grupo Yana Sisa o Flor Negra, que actualmente está integrado por seis músicos más.
Caiza, director de la agrupación, heredó de su abuelo Neptalí Necpaz el gusto por dominar la guitarra y bailar en la fiesta de San Juan, que celebra la comuna cada 24 de junio.
A lo largo de 12 meses lograron componer varias canciones. Una de ellas es Olmedito Amado, con la que conquistaron al jurado del décimo séptimo Festival de Coplas Kayambis, el último fin de semana.
La cita musical es una iniciativa de la Radio Inti Pacha, la Corporación de Organizaciones Indígenas y Campesinas de Cangahua y la Confederación del Pueblo Kayambi.
Las coplas suelen ser versos picarescos y alegres que se cantan en rima y que son el alma de las fiestas de este pueblo indígena norandino.
“Paseando por mi Olmedo/tú debes haber mirado/la laguna, el nevado/y el San Juan y Las Octavas/Yana Sisa ahí bailando”, señala la primera estrofa de Olmedito Amado.
Los músicos de Yana Sisa visten trajes elaborados con la lana de borrego. A diferencia de las faldas o anacos plisados que hoy visten las mujeres de esta localidad, las prendas antiguas eran llanas, explica Erika Caiza, coordinadora de la agrupación musical.
También destacan por sus ponchos y sombreros rojos. Cadena, vocalista del grupo, porta un churo que antiguamente era el instrumento utilizado para convocar a los comuneros. En las festividades como San Juan, junto al Diablo Huma y el Campanillero, lideran el grupo de danzantes.
En el Parque Principal de Cayambe se desarrolló el domingo último la final de este certamen. Desde hace siete años se realiza tres encuentros en comunidades del territorio ancestral. Ahí se selecciona a seis agrupaciones que disputan el primer lugar.
Los conjuntos Yana Sisa y Los Andinos lograron su pase a la final en el encuentro organizado en la comuna San Pablo Urko, que corresponde a la zona de Olmedo. Wasi China y Munay Taki, en cambio, ganaron por la zona de Cangahua, y Karu Ñan y Caraju Cuna, por el cantón Pedro Moncayo.
A los finalistas se les califica la vestimenta, presentación, interpretación y el idioma kichwa, explica Fernando Farinango, director de Inti Pacha.
Como uno de los premios, los integrantes de Yana Sisa grabarán un disco compacto. El trabajo musical será presentado el próximo año en el marco de una nueva edición.
El grupo Mil Amores, ganador del año pasado, presentó el CD titulado Historias de Vida, que incluye 10 canciones de sanjuanitos, bomba y cumbia.
El triunfo lo obtuvieron al entonar la melodía Shamunchik. Año por año bailarás/ lindas costumbres de mi ‘llacta’ no perderás. Así dice el estribillo que las vocalistas Carmen Granada, Alicia Díaz y Mirian Alba, cantan con una alegría contagiante.
Para José Albacura, director de Mil Amores, el Festival de Coplas es la mejor vitrina que tienen los músicos indígenas del pueblo kichwa Kayambi para mostrarse.
Desde esta tarima han surgido grupos como Warirunas y Amigos Millonarios, que hoy son profesionales y que se promocionan principalmente -a través de las redes sociales.