Una de las actividades que se realizan en el parque Cumandá es la bailoterapia. Foto: EL COMERCIO
Cuando María López terminó su rutina de ejercicios se dirigió a la parada del trole, en la avenida Maldonado. Ella vive en Chimbacalle, por lo que el Parque Urbano Cumandá le resulta, relativamente, cerca para realizar sus ejercicios.
Ella acude a este lugar, mínimo, tres veces a la semana: lunes, miércoles y sábado. Le gusta utilizar la sala de máquinas y el gimnasio. Esta rutina la ejecuta desde hace tres meses y la mantendrá, por lo menos, hasta completar el año. El trabajo que tiene por las tardes, como enfermera privada, le facilita esta actividad.
La ubicación del Parque Urbano le resulta ideal. Antes, caminaba por las calles del barrio y, cuando tenía más tiempo, iba al parque de la Villa Flora.
Ayer, viernes 25 de julio de 2014, elParque Urbano Cumandá cumplió seis meses. En estos días, los niños y niñas que participan en los campamentos vacacionales están entre los principales usuarios, especialmente en la mañana. Tarde y noche, las instalaciones están ocupadas por vecinos de los barrios San Sebastián, San Marcos, La Loma, Chimbacalle, Luluncoto y la Villa Flora.
Pero, también, hay usuarios que llegan desde San Blas, La Tola, San Roque y San Juan.
El parque se levantó sobre la estructura de lo que fue la terminal terrestre del Cumandá. Todo el parque ocupa una superficie de 35 000 metros cuadrados; de estos, 15 000 son parte de la construcción.
El gimnasio y las canchas deportivas están entre los espacios que tienen más demanda. Otras opciones son: muro de escalada, ciclovía, vía para caminata o trote, taludes aterrazados, siete piscinas y baños de cajón.
Otras opciones son espacios para bailoterapia, aeróbicos y actividades físicas, tenis de mesa, ajedrez, auditorio, cafetería y locales comerciales. Además, salas de exposiciones, áreas de experiencias para niños. Para cada una de estas actividades hay instructores.
María López es una estudiante universitaria que comparte su tiempo de vacaciones entre un trabajo a medio tiempo y el trote. Como moradora de La Loma, el parque Cumandá le resulta ideal. Solamente debe bajar las gradas que conecta a las instalaciones con la calle Rocafuerte.
En promedio, a diario, camina de 40 a 50 minutos cada día. En época de clases, esta rutina la realiza entrada la noche. “Hay iluminación y seguridad, lo que no había antes y el sitio era inseguro”, dice.Otras opciones se han ido incluyendo.
Por ejemplo, los sábados 9 y 23 de agosto se dictará un taller sobre al arte oriental del kendo. De 10:00 a 12:00 será para personas con un nivel avanzado y, de 12:00 a 13:00, para principiantes. Hoy, desde las 15:00, se realiza una exhibición de artes marciales: kempo, a las 15:00; ju jutsu, a las 15:20; laido, 15:40, ninjutsu, 16:00 y kendo, 16:20.
Mientras, ayer, un grupo de adultos mayores del parque urbano realizó un recorrido por el tren.Hasta nueva disposición, las actividades que puede realizar en el parque Cumandá son gratuitas, a excepción de la piscina, que cuesta USD 1 y los baños de cajón, USD 5 por una hora.
Otro requisito es utilizar la vestimenta apropiada, para cada uno de los espacios.