Joyería fina de la Amazonía se enseña en Quito

Pablo Mamallacta, Nanki Saant y Carlos Verdezoto presentan algunas de las joyas que produce Sacha Design Lab. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Lo que empezó como un proyecto universitario evolucionó hasta convertirse en una verdadera empresa de diseño. Secha Design Lab fue un emprendimiento que inició Nanki Saant y Lucely Tigse, en la Universidad San Francisco de Quito. No estuvo en sus planes tener éxito en apenas seis años.
Todos los estudiantes deben tomar una clase para aprender a manejar un negocio. Secha nació de una idea para valorar las artesanías de los pueblos amazónicos. Nanki es de Morona Santiago y creció viendo cómo se realizaban estas joyas para la venta. Sin embargo, siempre le preocupó que los ingresos que percibían los artesanos eran mínimos.
Entonces, decidieron darle un giro y convertir las artesanías en joyería fina de alta calidad. Los materiales que se utilizan para la elaboración de collares, pulseras y aretes incluyen oro y plata combinados con semillas y plumas que llegan desde las comunidades indígenas de la Amazonía.
“Nuestra idea también es establecer una línea de comercio justo con los proveedores. Que ellos recojan y procesen las semillas y que nos envíen al taller”, cuenta Pablo Mamallacta, el tercer integrante de la empresa que se unió hace algunos meses. Con ello, los comuneros pueden percibir un ingreso que ayude a su economía y al desarrollo de su familia.
El emprendimiento tuvo una gran acogida dentro y fuera de la universidad. Durante ese semestre los emprendedores ganaron cinco premios entre los proyectos que se realizaron. La USFQ reconoció su creatividad, su pasión, su trabajo en equipo, su imagen corporativa y el servicio al cliente.
Además, Secha obtuvo el premio Emprende otorgado por la Fundación Crisfe, fue finalista en el Global Student Business Concept Challenge organizado por Virginia Tech. También recibió el primer lugar del Innovation Day 2014 organizado por ConQuito, ganó el concurso de emprendimientos Banco de Ideas otorgado por la Senescyt y recibió un reconocimiento de esa misma institución por el espíritu emprendedor en favor del desarrollo del Ecuador.
Esto ha permitido que Secha se posicione como una marca de joyería amazónica de alta calidad. Sus productos varían en precios desde USD 150.
“Queremos este año empezar a exportar y quisiéramos empezar con Emiratos Árabes Unidos. Vemos ahí un potencial muy grande para comercializar nuestros productos”, aclara Mamallacta.
También han notado interés en aprender a manejar las técnicas de joyería. Por esta razón, ahora dictan talleres permanentes abiertos al público.
Los cursos se dividen en módulos de acuerdo con los intereses de cada participante y el nivel que tengan en el uso de los materiales y las herramientas. Son cursos personalizados, pues tienen un máximo de ocho participantes por clase.
El tallerista es Juan Gaibor, un maestro orfebre profesional con experiencia de 50 años. El curso tiene un costo de USD 120 e incluye todos los materiales para la elaboración de los productos.
Los estudiantes aprenden sobre fundición de metales, aleaciones, pulido de joyas, baño de oro y plata, tallado, filigrana y repujado.