Septiembre. Los meses se relacionaban con el tiempo de siembra, crecimiento y cosecha, y de las celebraciones. Ilustración: Calendario Inca según Guamán Poma de Ayala.
Las constantes transformaciones tecnológicas han trastocado de muchas maneras la vida de los campesinos, incluso en aspectos tan cotidianos como la consulta de la hora. En muy pocos lugares se mantiene la práctica de constatar el paso de las horas basándose en la trayectoria del sol.
Cuando en un día soleado un campesino quiere saber la hora, le basta extender horizontalmente la mano izquierda situándola en dirección de la Línea Equinoccial este-oeste; luego se coloca la mano derecha en mitad de la palma izquierda verticalmente, con lo que puede observar que la sombra proyectada por el sol en las falanges y en la punta de los dedos de la izquierda marcan las horas 1, 2, 3 y 4 de la tarde.
Es tiempo de culminar la jornada agrícola. Viceversa, de oeste a este, van las horas desde las 7 hasta las 11 de la mañana. A las 12 del día no hay sombra alguna y es el momento de almorzar.
El sol ha tenido y tiene gran importancia en nuestra cultura andina. Muchos pueblos de la Serranía, principalmente, celebran sus fiestas tradicionales basadas en el santoral católico, pero que coinciden con formas de celebrar sus viejos rituales, los cuales no se perdieron a pesar de la presión y la exigencia de los misioneros que buscaban desterrar las formas ancestrales de celebrar y agradecer al sol por los muchos favores recibidos.
En la Biblioteca Ecuatoriana Aurelio Espinosa Pólit (BAEP) de Quito reposan manuscritos del padre Juan de Velasco, el primero en escribir la Historia del Reino de Quito, cuestionada y al mismo tiempo alabada por muchos historiadores y escritores, pero al fin la primera obra sobre el pasado de los antiguos territorios que hoy forman el Ecuador. Velasco le da el nombre de Calendario Shiri-Incaico, y es una de las joyas documentales más valiosas que guarda este centro cultural.
En las explicaciones que ofrece el jesuita consultado, se puede colegir que el nombre de Inti Raymi no significa “fiesta del sol” sino “baile del sol”. A continuación detalla con precisión los meses y nombres que se dan a cada uno, conforme la realidad en que viven los pueblos y comunidades indígenas y relacionados con el tiempo de siembra, crecimiento y cosecha de las plantas alimenticias, particularmente el maíz. Junto con ello, se destaca el respeto y cuidado por la tierra, a la cual consideraban la madre de todos los hombres, y daban a las mujeres un trato singular como símbolo de fertilidad.
Velasco es muy acucioso en recoger los nombres y opiniones de otros cronistas e historiadores sobre cada uno de los meses del año, lo cual es de gran importancia para compaginar informaciones que existen sobre la materia.
Antes de entrar en detalle, señalaremos que el calendario agrícola indígena difiere un tanto del calendario ceremonial, relacionado con los dos solsticios y dos equinoccios, los cuales eran considerados las fiestas más importantes del año. Si bien no hay cuatro ciclos como en las zonas templadas, los astrónomos indígenas tenían muy definidas las fechas y los tiempos estacionales.
Velasco estima que el inicio del anuario aborigen no es en enero, como en nuestros días, sino en diciembre, con el solsticio del Cápac Raimi, también llamado Camay Quilla, el cual es la fiesta principal del período cíclico.
Otros autores le llaman “mes de las correrías”, “ tiempo de los sabios consejos”, “ensayos guerreros”, “desarrollo del vientre de las mujeres embarazadas”, entre otros, pero todos coinciden en que se trata de un tiempo en que hay crecimiento de las plantas, causa por la que era época de mejoras y deshierbas de los sembríos.
Enero. Uchug Pucuy. Crecimiento de las matas. Atención y regadío por el veranillo de comienzo de año.
Febrero. Hatun Pucuy. Mayor desarrollo de las plantas, razón por lo que requieren de mejor cuidado, sobre todo por el aparecimiento de lluvias de temporada. Hay que bailar cuando llegan las aguas.
Marzo. Paucar Huaytay o Paucar Raimi. Equinoccio de primavera. Mes en que las plantas comienzan a madurar, por lo que hay abundancia de comida. Es una fiesta en donde los indígenas bailan y beben chicha agradeciendo a la tierra por los granos verdes. (Coincide en nuestro tiempo con la Semana Santa y la fanesca). Por otro lado, mes de los nacimientos de los hijos engendrados en el Inti Raimi (junio).
Abril. Ayrihua. Mes de las mazorcas tiernas, por lo que se debe festejar en los sembríos para asegurar una buena madurez de las mismas.
Mayo. Aymuray. Acarreo del maíz, razón por la que hay danzas y cantos por la recolección de las mazorcas. Elaboración de parvas con los tallos secos de esa planta.
Junio. Inti Raimi. Baile del sol. Solsticio sagrado dedicado a bailar y agradecer al sol por las cosechas y prosperidad de las comunidades. Los cantos que se practican en nuestros días sobre todo en la zona de Cayambe, según Simón Rafells (Las coplas de los Cayambes de Ecuador, Madrid, Ediciones Iberoamericanas, 1998, p. 115) eran llamados Aymoray y eran ejecutados a través de golpes y zapateos a la tierra para que sepa que todos le agradecen por su generosidad. Mes de las “fugas de novios”.Julio. Anta Citua o Situa. Baile para recoger todos los últimos granos. En este mes se labraban y barbechaban las tierras; también se limpiaban las acequias aprovechando el tiempo seco.
Los cantos que se practican en nuestros días sobre todo en la zona de Cayambe, según Simón Rafells (Las coplas de los Cayambes de Ecuador, Madrid, Ediciones Iberoamericanas, 1998, p. 115) eran llamados Aymoray. Ilustración: Calendario Inca según Guamán Poma de Ayala
Agosto. Cápac Situa. Mes en donde se hacían figuras con las cañas secas de maíz para espantar a los malos espíritus. En los últimos días del mes las quemaban bailando a su alrededor. (Ibid. Rafells, p. 120)
Septiembre. Cuya Raimi. Equinoccio de otoño. Mes de la siembra. Alegría por cuanto la tierra recibe las semillas que germinarán en octubre. Tiempo de bailes y rituales para que haya buen fecundación.
Octubre. Amarca Raimi. Período para fermentar granos por su grado de madurez. Fiesta con chicha y bebidas varias.
Noviembre. Ayamarca. Recordación a los difuntos. Celebraciones en los cerros y vertientes de agua para llamar a los espíritus y lograr su protección. Traslados de las huacas (urnas con restos humanos) de un monte a otro.
*Especialista en temas histórico-sociales. Investigador y docente universitario.