Los equinoccios influyen en los ciclos agrícolas

El reloj solar Quisato, en Cayambe, tiene 54 metros de diámetro. Funciona también como un gran calendario. Foto: Cortesía Cristóbal Cobo

El reloj solar Quisato, en Cayambe, tiene 54 metros de diámetro. Funciona también como un gran calendario. Foto: Cortesía Cristóbal Cobo

El reloj solar Quisato, en Cayambe, tiene 54 metros de diámetro. Funciona también como un gran calendario. Foto: cortesía Cristóbal Cobo

El equinoccio, que tiene lugar dos veces al año, entre el 20 y 21 de marzo y el 22 y 23 de septiembre, es vital para todas las culturas, sobre todo porque se usa para la medición de los ciclos agrícolas.

Cristóbal Cobo, investigador y arqueoastrónomo aficionado, explica que al conocer las fechas del equinoccio, los agricultores podían preparar los suelos para la siembra de las semillas.

Para determinar la llegada del equinoccio es necesario fijarse en las sombras de los cuerpos en posición vertical. En esta ubicación dejarán de proyectar sombra a los lados, ya que el Sol al mediodía se ubicará en el zenit.

Al referirse al significado de la palabra equinoccio, Cobo indica que viene de dos vocablos de raíz latina ‘equi’ o igual y ‘noccio’ o noche. Este nombre indica el momento en que es posible observar que tanto la noche como el día tienen igual tiempo de duración.

Desde el punto de vista técnico, este momento ocurre cuando el paralelo de inclinación aparente del sol coincide con el plano del Ecuador celeste.
“En el equinoccio podremos observar que la salida del Sol ocurre exactamente al este. El paso del sol por el zenit coincide perfectamente con el Ecuador terrestre. La puesta del Sol sucede exactamente por el oeste”, comenta Cobo.

En general, es muy sencilla su medición, ya que las salidas del Sol en los equinoccios proporcionan el punto más fijo y constante en todo el cosmos. De esta manera, se puede determinar cualquier otro punto cardinal con exactitud absoluta.

Los instrumentos necesarios para la medición del equinoccio pueden ser grandes telescopios, así como teodolitos o simples brújulas. Solo así se puede determinar la posición del sol.

Con estos aparatos, se puede conocer su centro y usar los datos como un punto referencial idóneo para medir terrenos, distancias, alineamientos, posiciones, entre otros datos.

Al hablar sobre la influencia del equinoccio en el clima, Cobo señala que estos son notorios. Por ejemplo, existe el equinoccio de primavera y otoño. Según ocurran en determinada estación, se dan situaciones en donde las condiciones del tiempo sufren variaciones. Así, por ejemplo, en el equinoccio de primavera, una vez que ha sucedido, comenzarán a aumentar las horas de luz y, por lo tanto, empezarán a dominar las temperaturas más cálidas.

En el equinoccio de otoño es al revés, es decir, las horas de luz comienzan a disminuir y las horas de noche aumentan de manera paulatina.
Este fenómeno da como resultado que las condiciones del tiempo empiecen a ser más frías que cálidas y con ello se produzca el otoño.

En la actualidad, es más fácil interpretar los equinoccios. Hay, por ejemplo, mucha información en Internet que ayudan a visualizar el preciso momento en el que el sol corta el plano del Ecuador terrestre.

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