La cotización del bitcóin, que a mediados de abril alcanzó un récord histórico de USD 63 000, entró en una zona de descenso tras varios anuncios, medidas adoptadas por China y temores sobre EE.UU.
El martes pasado, la estrella de las criptomonedas cayó a USD 31 345, es decir, a la mitad de su máximo histórico. Tras una leve recuperación, el viernes rondaba los 37 000. Cualquier pronóstico sobre su cotización tendrá un gran margen de error, ya que la alta volatilidad es una de las principales características del bitcóin.
Ni los anuncios del presidente de El Salvador, de adoptar el bitcóin en su país, tuvieron mayor impacto en el mercado.
El fin de semana pasado, al cierre de la conferencia Bitcoin 2021 en Miami, EE.UU., el presidente salvadoreño Nayib Bukele anunció que convertirá al bitcóin en una moneda de curso legal en su país.
Y lo hizo. Este martes, la Asamblea de ese país, de mayoría oficialista, aprobó la Ley Bitcóin, que convirtió al país centroamericano en el primero en el mundo en reconocer este criptoactivo como una moneda legal de intercambio.
Esa decisión dejó más preguntas que respuestas, porque la ley solo regula al bitcóin cuando en el mundo hay más de 5 600 criptomonedas, según el portal coinmarketcap.com.
De todas formas, el respaldo de Bukele quedó eclipsado por las nuevas medidas de China en contra las criptodivisas.
El Gobierno chino está preocupado por el papel de bitcoin en el lavado de dinero, el tráfico de drogas y el contrabando, pero también por el derroche de energía que implica el minado de bitcóin, lo cual tiene un alto impacto ambiental.
El mes pasado, China advirtió a las instituciones financieras que dejaran de participar en transacciones criptográficas o servicios relacionados.
El resultado: los ciudadanos de este país empezaron a tener problemas para navegar en los portales de las principales casas de cambio de bitcóin.
Según Coindesk, los principales buscadores chinos -Baidu, Sogo, Zhihu o Weibo- dejaron de ofrecer resultados a la gente que intentaba acceder a las casas de cambio más usadas: Binance, OKEx y Huobi.
Al contrario de lo que dice la teoría sobre las criptodivisas, estas no estaban operando de manera descentralizada. “Se calcula que cerca del 65% de toda la minería de criptomonedas del mundo -el 75% en el caso del bitcóin- depende de un solo país, China”, señaló el diario español El Confidencial.
En contra del bitcóin también han jugado las declaraciones de Elon Musk, presidente de Tesla, quien anunció a sus clientes que el gigante de los automóviles eléctricos ya no aceptaría bitcóin como pago por sus vehículos, debido a su impacto ambiental, extremadamente intensivo en energía.
Un estudio de investigadores de Cambridge asegura que la producción de bitcóin consume 121,36 teravatios por hora (TWh) al año, algo más de lo que demanda toda Argentina.
La tendencia a la baja del bitcóin también se explica por el posible desmontaje de las medidas de apoyo fiscal en Estados Unidos. Eso implicará reducir la gran liquidez que se inyectó durante la pandemia y que empujó la cotización de las criptomonedas en el 2020.
Pese a todo este escenario desfavorable, la actual cotización del bitcóin aún es un 26% mayor a la registrada al cierre del año pasado. Es decir, la tendencia histórica sigue al alza.
Lo anterior se explica porque detrás del bitcóin y de las criptomonedas está la tecnología ‘blockchain’, que promete revolucionar el mercado financiero mundial. De hecho, varios actores globales están convencidos de que el dinero será cada vez más digital.
En la evolución de los medios de pago, al principio se usaron piedras preciosas, luego aparecieron las monedas, los billetes, las tarjetas de crédito, las billeteras electrónicas. “Hoy estamos en una nueva etapa de la digitalización del dinero”, señaló Arnoldo Reyes, vicepresidente de Alianzas Estratégicas y Fintech de Visa para América Latina.
Reyes explica que en la actualidad hay tres tipos de monedas digitales en el mundo: criptomonedas -con bitcóin a la cabeza-; monedas digitales estables (‘stablecoins’), que son respaldadas por monedas fuertes como el dólar; y monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés). “Un 80% de los bancos centrales del mundo ya están trabajando en proyectos para emitir sus monedas digitales”, añade Reyes.
En octubre del año pasado, Las Bahamas se convirtió en el primer país del mundo en ofrecer una CBDC a nivel nacional, como alternativa para que los ciudadanos guarden, ahorren y gasten su dinero de forma segura usando sus teléfonos.
Para facilitar el gasto de sus dólares digitales, la plataforma de pago Island Pay se asoció con Mastercard para emitir la primera tarjeta prepago vinculada a una CBDC.
Mastercard, al igual que Visa, están asesorando a los bancos centrales para emitir monedas digitales, pero también tienen proyectos con ‘stablecoin’, para reducir los costos de envíos y de cambio de divisas.
Reyes señaló que Visa ha realizado 35 alianzas a nivel mundial con plataformas de criptomonedas. En marzo pasado incorporó a su red de pagos una ‘stablecoin’ (USDC), respaldada por el dólar estadounidense, la cual no tiene la alta volatilidad del bitcóin.
El futuro de las monedas digitales es prometedor si se considera que los mileniales, nativos digitales por excelencia, tienen más confianza en las criptodivisas que en el mercado de valores, en el sector inmobiliario o en el oro, según el estudio The Tokenist 2021.