Romina Ochoa, tiene apenas 7 meses edad y ya enfrenta una enfermedad en su hígado conocida como cirrosis hepática. Actualmente, sus padres Christian Ochoa y Mayra Quille enfrentan una lucha por salvar la vida de su hija.
La pequeña nació en Guaranda. Cuando cumplió un mes de vida, sus padres notaron que su piel tenía una coloración amarillenta. “Al inicio pensamos que le dio ictericia por falta de sol”, dijo Christian.
Sin embargo, a los tres meses, la niña tuvo fiebre y le llevaron a un hospital público de Guaranda. Allí determinaron que Romina tenía la bilirrubina demasiado elevada.
Entonces los padres de la menor decidieron viajar a Quito para que le realicen exámenes más especializados. En agosto de este año, la pequeña fue atendida en un hospital público de la capital y ahí le diagnosticaron que tenía atresia biliar y también cirrosis hepática.
La madre recuerda que los doctores de esa casa de salud le dijeron que la condición de la niña era crítica y que ya no había tratamiento. “Nos desahuciaron y nos dijeron que disfrutemos los últimos momentos con nuestra hija”, relata la mujer.
Al oír esa noticia, los padres se angustiaron y buscaron otro criterio médico. El nuevo doctor les dijo que la única alternativa para preservar la vida de la pequeña es un trasplante de hígado.
Sin embargo, ese procedimiento médico no se lo realiza en hospitales de Ecuador y por lo tanto es necesario que la bebé sea derivada a un prestador internacional de la salud.
Los padres de Romina la llevaron al hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) para que reciba atención médica y para tramitar esa derivación internacional.
Este jueves 24 de noviembre del 2022, los padres de Romina indicaron a este Diario que durante casi tres meses esperaron que se concrete el traslado a un hospital extranjero, pero no hubo resultados. Por eso, decidieron recurrir a la vía judicial.
Acciones judiciales
Con la ayuda de su abogada, Natalia Salazar, presentaron una acción de protección en la Unidad Judicial de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, el pasado 31 de octubre del 2022.
Según la defensora, en este caso hubo un “retraso injustificado” en la tramitación de la derivación internacional.
La abogada Salazar se ampara en el Acuerdo Ministerial 00037. Según la defensora, “desde que la autoridad sanitaria tiene conocimiento de la necesidad de un trasplante hepático para niños, se establece un plazo de ocho días para que se efectúen todos los exámenes clínicos y de laboratorio y cinco días más para completar los trámites administrativos”.
Por su parte, el IESS aseguró que a Romina siempre se le brindó la atención médica que ella necesitaba, mientras se tramitaba la derivación internacional.
El 22 de noviembre del 2022, durante una audiencia, la jueza Brenda Ponce otorgó esa acción de protección a favor de la bebé.
“Lo único que pedimos a la administración pública es que se cumplan con los plazos establecidos por ley en estos casos de derivación internacional para personas con enfermedades catastróficas. Y que se le brinde toda la atención integral en salud a Romina”, indicó la abogada Salazar.
Un día después de que se emitiera la sentencia constitucional a favor de la bebé, personal administrativo del IESS notificó a la abogada que el Comité General de esa institución ya aprobó la derivación internacional para la pequeña.
Según Salazar, desde el 22 de noviembre, el IESS tiene un plazo de 20 días para que Romina llegue a un hospital extranjero junto a sus padres y de esa manera pueda realizarse el trasplante.
Su padre Christian será el donante de hígado para su hija. “Solo quiero que mi hija se cure y verla crecer sana”, indicó el hombre.
El padre dice que han tenido que afrontar muchos gastos económicos por la enfermedad de su niña. Por eso, pide la colaboración de la ciudadanía para los costos médicos. Quién desee contribuir puede hacerlo al número de cuenta 2204307691 del Banco del Pichincha, que está nombre de Mayra Quille.
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