Hot yoga: asanas a más de 35°C

Quienes practican esta disciplina pasan por un proceso de aclimatación. Deben acostumbrar a su cuerpo al calor. Foto: Cortesía

A 35 grados centígrados y 45% de humedad, hacer ejercicio no solo reta al cuerpo, sino a la mente. “Hay gente que dice ‘no’ y quiere salir, pero la idea también es que controlen su mente”, dice Sofía Laria, dueña del estudio de yoga Flow.
La clase no es fácil. Durante una hora y 15 minutos se deben realizar asanas (posiciones) en un calor al que la mayoría de personas no está acostumbrada.
La sala está aclimatada con calefactores y paneles infrarrojos que reflejan el calor en toda la habitación. También hay aparatos que ayudan a regular la humedad lanzando vapor.
En algunos lugares la temperatura puede llegar a los 45 grados. Pero en Flow, no se llega a esa temperatura por comodidad de los asistentes.
Sofía Roldán practicaba yoga en un estudio en Guayaquil. Luego, se mudó a Quito y detuvo su entrenamiento hasta encontrar otro estudio que se dedique a este tipo de yoga. En un mes y medio que lleva entrenando, ha mejorado notablemente su flexibilidad, equilibrio y fuerza.
El hot yoga nace del Bikram Yoga. Es una técnica en la que se hacen secuencias de posturas tomadas del hatha yoga, llamadas vinyasas. Estas asanas sincronizan la respiración con el movimiento, como en una coreografía.
La razón de practicar yoga a altas temperaturas responde a algunas razones. Jenny Tenjo, instructora, explica que el cuerpo responde mejor. “Tienes más flexibilidad, tus músculos ceden y se estiran más fácilmente”, indica.
El sudor también ayuda a eliminar toxinas, asegura Tenjo. En la clase, por la humedad y el calor, la sudoración es muy alta, lo que conlleva una hidratación aún más responsable.
Antes de la primera clase siempre se recomienda tomar abundante agua durante por lo menos dos días previo al entrenamiento. Luego, durante la clase y al finalizar debe seguir hidratándose para recuperarse. Así, el hot yoga se abre espacio entre las nuevas tendencias para acercarse a esta práctica milenaria.