La Agencia de Normas Alimentarias (FSA, por sus siglas en inglés) de Gran Bretaña descubrió niveles elevados de una sustancia cancerígena en 14 productos distintos, incluidas las papas fritas, según informa el sitio web Pulso ciudadano.
La acrilamida se forma en productos tostados o fritos a temperaturas muy altas y puede provocar cáncer si es consumida de manera regular.
La sustancia tóxica aparece también en los cereales para el desayuno.
El organismo señala que de momento los niveles de acrilamida no superan lo permitido, pero han aumentado notablemente en comparación con estudios anteriores.
De su parte, fabricantes como Burts admiten que apareció una mayor cantidad de acrilamida en esos productos debido a las condiciones meteorológicas que cambiaron el nivel de azúcar en las patatas y cereales, lo que influye en los niveles de la sustancia cancerígena.
Por su parte, la cadena de comida rápida KFC señaló en un comunicado que se trata de “un solo caso de resultados irregulares” y que esos índices “han sido siempre más bajos en otros análisis” a los que se someten sus productos.
¿Qué es la acrilamida y qué daño puede causar a la salud?
La acrilamida es una sustancia química producida naturalmente en los alimentos como resultado de la cocción de alimentos ricos en almidón en altas temperaturas, como por ejemplo al hornear o freír.
También es probable que sea producida por la parrilla y asar alimentos.
La investigación indica que la acrilamida no se produce en los alimentos procesados por ebullición o en el microondas. Se ha comprobado en una amplia gama de alimentos cocinados en casa y procesados como las papas fritas, pan y café.
Estudios realizados en Suecia en el 2002, revelaron altos niveles de acrilamida formados durante la fritura o el horneado de papas o de productos de cereales. Esto planteó la preocupación del público en todo el mundo ya que los estudios en animales de laboratorio sugieren acrilamida tiene el potencial de causar cáncer en los seres humanos.
Esto no es un nuevo riesgo, la acrilamida se forma en los alimentos por las prácticas comunes de cocina, por lo que es probable que mucha gente haya estado expuesta a la acrilamida en su dieta durante un tiempo considerable.