Estudios genéticos pueden ayudar a determinar si existe una mutación que puede aumentar las probabilidades de que una persona padezca cáncer. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.
Dos años después de su doble mastectomía, Angelina Jolie volvió al quirófano. Esta vez para practicarse una extirpación de ovarios y trompas de Falopio. Jolie aseguró que su objetivo era reducir el riesgo de padecer un algún tipo de cáncer relacionado a estos órganos.
En su última columna en el New York Times, Angelina Jolie Pitt: Diario de una cirugía, cuenta que su médico le informó que en sus exámenes había encontrado unos marcadores que con el tiempo podían ser indicadores de cáncer. La actriz y productora norteamericana tiene una mutación en el gen BRCA1, lo cual aumenta en 85% las posibilidades de desarrollar cáncer de seno y hasta un 60% en cáncer de ovario.
Para la doctora Cecilia Balladares, especialista en oncología, el indicador de la mutación y un factor genético son importantes, sobre todo si hay antecedentes. “Si en la familia hay varios casos de cáncer de ovario o cáncer de seno se hace un estudio genético para determinar si hay una mutación”. En el caso de Jolie, su madre, a su abuela y a su tía fallecieron por esta enfermedad.
Según Balladares, en el país no hay laboratorios que realicen este tipo de estudios genéticos. Las muestras son tomadas y enviadas a Estados Unidos. Este examen puede costar alrededor de USD 3 000.
Sin embargo, Luis Gerardo Nieto, otro oncólogo, asegura que con este escenario la decisión de Jolie no es justificada. “A menos que le hayan diagnosticado a ella un cáncer de ovario previamente, no es lo ideal porque las consecuencias pueden ser graves”.
Los efectos que producen estas operaciones incluyen principalmente un desbalance hormonal. Para compensar, Jolie usa un parche de estrógeno bioidéntico y un dispositivo intrauterino DIU. La actriz aseguró que no planea por el momento extirparse el útero debido a que no hay antecedentes en su familia.
Otro de los efectos es la imposibilidad de tener hijos. Así lo dijo Jolie en su columna de prensa. La doctora Tania Soria, especialista en oncología, cree que incluso una fertilización In Vitro no tendría mucho éxito. “En el embarazo se necesitan muchas hormonas y no siempre los suplementos cubren esta demanda”.
Procedimientos como la mastectomía o la extirpación de ovarios tienen una gran afectación psicológica según Adriana Fornasini, psicóloga clínica quien ha trabajado en el tratamiento de pacientes oncológicos. “Las mujeres luego de estas operaciones no se reconocen hasta que lo procesan o se hacen una cirugía reconstructiva”, indica. A nivel emocional y psicológico las mujeres pueden sufrir de depresión, baja autoestima e inseguridades en las relaciones de pareja.
Fornasini asegura que por todo lo que significa una amputación de cualquier tipo en el cuerpo, es difícil que hayan pacientes dispuestos a hacerse estas cirugías por prevención. El cáncer de seno es el más común entre las mujeres, según la Organización Mundial de la Salud.
En el Ecuador, 4 000 mujeres mueren cada año por esta enfermedad, según el mismo organismo. Por otra parte, el cáncer de ovario se diagnostica anualmente aproximadamente a un cuarto de millón de mujeres en el mundo.