Consumir helado antes de dormir puede causar pesadillas. Foto: Archivo EL COMERCIO.
Dormir es la actividad más preciada o esperada después de un largo día. Es un momento para relajarse y olvidar los problemas disfrutando de sueños placenteros. Pero muchas veces, estos son interrumpidos por pesadillas que se convierten en las principales enemigas a la hora de conciliar el sueño.
El estrés, los problemas laborales o las preocupaciones son algunas de sus causas más comunes. Los expertos también atribuyen las razones a diversos hábitos alimenticios como comer antes de acostarse. ¿Esto realmente influye?
Patricia Romero empezó a tener pesadillas frecuentemente cuando empezó a trabajar. Ella lo relacionaba con el estrés del día a día, pero una vez que consultó con su psicóloga y reflexionó acerca de sus hábitos alimenticios, se dio cuenta que en realidad se debía a estos cambios. Llegaba con hambre y sueño por las noches a su casa, por esto acostumbraba a cenar en grandes porciones y enseguida se acostaba a dormir.
Sus sueños siempre estaban interrumpidos por tragedias familiares o sucesos extraños con desenlaces poco esperados. Es por esto que empezó a disminuir las cantidades que ingería durante la cena y esperaba un tiempo considerable antes de ir a dormir. A pesar de las varias tensiones que sufre, las pesadillas disminuyeron logrando que pueda descansar mejor durante las noches.
Un estudio realizado por el Centro de Trastornos del Sueño en Cleveland reveló que ingerir alimentos inmediatamente antes de acostarse aumenta la temperatura del cuerpo y el metabolismo, lo que conlleva a una mayor actividad cerebral provocando más sueños. Además un artículo de The Journal of the Mind and Body afirma que comer caramelos y helados antes de dormir influye en el origen de las pesadillas.
Para la nutricionista Ana Belén Gordillo todo depende de “qué come y en qué cantidad”. Las comidas en la noche deben ser ligeras debido al proceso de digestión. Por ejemplo si se consume un alimento alto en proteínas como un pedazo de carne, este va a ser más difícil de digerir debido a su composición. Al acostarse a dormir, el sistema digestivo tendrá que digerir el alimento y esto puede causar trastornos de sueño.
Por otro lado, explica la nutricionista, los carbohidratos, frutas y granos, en cantidades moderadas, son recomendables ya que al ingerirlos se libera serotonina que relaja el cuerpo. De igual forma, no debe excederse en las cantidades ya que esto interrumpirá las horas de sueño causando pesadillas.
Se recomienda que la última comida del día sea de dos a tres horas antes de dormir para que el sistema digiera y asimile el alimento adecuadamente y pueda disfrutar de un sueño placentero sin interrupciones.