El repertorio de Ñucanchi Allpa es interpretado por 50 bailarines en escena. Foto: Cortesía Ñucanchi Allpa
Como un homenaje a la tierra y a la cultura de los pueblos andinos, Ñucanchi Allpa Ballet Folclórico presenta un repertorio de fiestas y tradiciones andinas.
La obra es parte de Danzantes de la Mitad del Mundo impulsado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en Quito. En el proyecto participan cuatro agrupaciones de danza tradicional, que se alternan el escenario de la Sala Demetrio Aguilera Malta cada miércoles, durante todo el año.La obra dancística de Ñucanchi Allpa incluye coreografías como Corazas y pendoneros, Pawkar Raymi, Fiestas del Yamor, Diablos de Cayambe, Danzantes de Pujilí y Tejido de Cintas del Cañar.
Javier Pineda, director de la agrupación, explica que cada presentación se inicia con un ritual de saludo a los cuatro elementos de la Pacha Mama (aire, agua, tierra y fuego), como una muestra de respeto a los ancestros, tras lo cual arrancan las coreografías.
La danza de los pendoneros, por ejemplo, es la representación de un acto de resistencia, según explica Pineda. Antiguamente, los enemigos caídos en batalla eran suspendidos en largos palos en señal de victoria. En la actualidad, esa figura ha sido reemplazada por banderas y el acto se ha transformado en una celebración religiosa, que se une a la fiesta del Coraza.
Este personaje es el mayor representante de la festividad y se lo reconoce por su colorido atuendo, lleno de lentejuelas, encajes y un cabezal lleno de plumas de colores.
También está la representación de las fiestas del Pawkar Raymi, conocida como la Fiesta del Florecimiento, en que se agradece a la Pacha Mama, al agua y a la vida. Otro de los números es la fiesta del Yamor, que lleva el nombre de una bebida fermentada elaborada con maíz, en la que está representada la época de cosecha.
Cada una de las coreografías, dice Pineda, parte de un proceso de investigación en las comunidades de origen de cada celebración, que son trasladadas a escena incorporando ciertos elementos técnicos y estilísticos que resaltan su contenido.
En el transcurso de la presentación aparecen personajes como los aruchicos, chinucas, danzantes y otros, que cantan y bailan al ritmo de yumbo, sanjuanito, carreteros, entre otros.
Las coreografías son interpretadas por 50 artistas ‘mishus’ o mestizos que son parte del elenco principal. Pineda explica que los bailarines rotan en la interpretación de los distintos personajes, como base de un trabajo colectivo y equitativo y de un desarrollo integral en la danza.
La agrupación, con 12 años de trayectoria, nació en la comuna de Santa Clara de San Milán, en el noroccidente de Quito. Su actividad se centra en la preservación y difusión de la tradición andina.