Jorge Tenorio interpreta todo el mes de junio el monólogo ‘Negro de mierda’ extraído de libro del dramaturgo guayaquileño Luis García Jaime. Foto: Cortesía Actantes
Un loco se rehúsa a la camisa de fuerza de los convencionalismos (Febrero 33). Un afroecuatoriano justifica a punta de ironías el racismo (Negro de mierda). Y una prostituta habla de su trabajo en un viernes santo (Viernes negro). Los tres son monólogos del dramaturgo guayaquileño Luis García Jaime, con una obra poco representada los últimos años, que el grupo Actantes devuelve a escena en el Microteatro de Guayaquil.
La primera pieza, que contó con la actuación de Víctor Aráuz se estrenó en marzo pasado y la segunda está este mes en cartelera en la casona de la ciudadela Miraflores, que exhibe obras de máximo 15 minutos. Actantes planea también llevar a las tablas ‘Viernes negro’.
Los monólogos provienen del libro ‘Febrero 33 y 6 piezas de teatro’ (Casa de la Cultura, 1974). “Lo que nos ha interesado es la calidad de los textos, su estructura, el humor negro y la ironía que manejan”, indica Jessica Páez, directora de las obras.
García Jaime, de 89 años, tiene alzheimer y en marzo asistió al homenaje que le hiciera Aráuz con ‘Febrero 33’, probablemente sin reconocer sus propias líneas, aunque al final se haya apresurado a aplaudir.
Junto a José Martínez Queirolo, la obra de García Jaime se constituye como uno de los símbolos de una época de la dramaturgia ecuatoriana: la década del 70. Las piezas responden a la necesidad de ver y reflejar, sin miedo ni prejuicios, la realidad.
“Los temas son de profundo contenido social y en su momento causaron conmoción: el abordaje del problema del analfabetismo o del racismo, por ejemplo”, indicó Luis García Alvarado, hijo del dramaturgo. “Al comienzo son piezas que parecen una cosa muy ligera, con algo de humor, pero poco a poco se van metiendo en las profundidades del ser humano”, indicó.
La familia del autor mira con interés la renovada atención en los monólogos que fueron puestos en escena en su momento desde estéticas más clásicas o costumbristas. “Hoy están siendo representados con una óptica contemporánea, con un teatro que interpela por su cercanía al público. La obra de ahora es muy agresiva, muy fuerte, pero así mismo muy humana”, indicó García Alvarado.
Mucho de esa crudeza queda patente en ‘Negro de mierda’, interpretada por el actor afroecuatoriano Jorge Tenorio, que ha participado en comedias de televisión. El personaje comienza golpeándose el pecho, imitando a un simio. Cuando se acerca un pobre de piel oscura, el ‘peligrosímetro’ enciende la luz roja y suena la alarma, reza la descripción de la pieza.
Es una obra dura, dice Páez, la directora, aún con los textos que se extrajeron pues es una pieza de 40 minutos, reducida a un cuarto de hora. “El personaje está acusando y ofendiendo al público, pero enseguida se retracta y comienza a buscar justificaciones para la discriminación de la que es objeto. Ironiza todo el tiempo con respecto al racismo”.
Datos
El Microteatro de Guayaquil está ubicado en la ciudadela Miraflores, Av las Palmas 307 y calle 4ta (atrás de la Universidad Casa Grande). Las funciones son los miércoles, jueves y viernes desde las 19:30. Este mes están en cartelera cinco obras de formato breve, de hasta 15 minutos: Negro de mierda, Roberto Zucco, La Pescadería, Levanto mi copa y brindo, y Nada. Entradas: USD 5.