El estreno en Ecuador de ‘Mad Max: furia en la carretera’ será este viernes 15 de mayo. Foto: Captura.
En 1979, un thriller de acción que se desarrollaba en extraño futuro aparecía como una novedad en las carteleras. Lo que empezó como una arriesgada propuesta del director George Miller, se convirtió con dos películas más, en una saga de culto para los fanáticos del cine de acción.
Más de tres décadas después, la franquicia revive bajo la dirección del propio Miller, con un renovado elenco y una moderna producción. El estreno en Ecuador de ‘Mad Max: furia en la carretera’, este viernes 15 de mayo, ha generado expectativa sobre la producción en la que Tom Hardy releva a Mel Gibson en el protagónico de una película que estuvo acompañada de curiosas anécdotas.
La casualidad puso a Mel Gibson en el lugar adecuado en el momento preciso. Cuando el actor apareció por primera vez en el casting de ‘Mad Max’ fue solo para acompañar a un amigo suyo que quería audicionar para la película.
Según el portal IMDB, el rostro de Gibson lucía varios moretones producto de una riña en un bar, la noche anterior. Sin embargo, el equipo de producción le dijo que “buscaban tipos raros” y le propusieron audicionar en tres semanas, luego de lo cual consiguió el papel de Max.
En ‘Mad Max’ (1979), algunas líneas de Knightrider son parte de la letra de la canción Rocker de la banda AC/DC. “I am the Nightrider. I’m a fuel injected suicide machine. I am the rocker, I am the roller, I am the out-of-controller!”, son las frases que se escuchan por radio cuando Nightrider interrumpe una conversación entre Goose y Max sobre el estado de sus vehículos.
Video: YouTube/ Warner Bros. Pictures España
En 1979, la primera entrega de la saga de acción ‘Mad Max’ se rodó con un presupuesto de USD 650 000. Las arcas se fueron incrementando para las siguientes películas con USD 2 millones para la segunda entrega y USD 12 millones para la tercera. Pero el presupuesto de las tres cintas en conjunto no supera los USD 100 millones con los que contó la producción de la última película.
Con un presupuesto tan ajustado, el director George Miller consiguió una autorización para usar varios autos decomisados por la policía para rodar las escenas de acción de la primera cinta. Las motocicletas que aparecen en la esa cinta fueron donadas por Kawasaki y el auto de Max era un viejo Ford Falcon de 1974 modificado para la película.
En el filme del 2015, más del 80% de los efectos cinematográficos son producidos con acciones reales, maquillaje y escenografía. Los efectos digitales se usaron básicamente para completar la ambientación y para recrear el brazo amputado de Charlize Theron.
En esta cinta el Ford Falcon vuelve a ser el protagonista en cuanto a autos se refiere junto a una serie de vehículos modificados en los que se reconocen algunos Cadillac, Wolkswagen Beetle, Ford F250, entre otros.