La agrupación recibió un reconocimiento al Mérito Musical en julio por representar a la provincia en festivales. Foto: Juan Carlos Pérez/ EL COMERCIO.
Charango, güiro, chagcha y guitarras se destacan en las presentaciones del grupo floclórico Kasama Kami. El nombre significa en el idioma de los tsáchilas, el tsa’fiki, el recibimiento del nuevo amanecer. El director del grupo, Adolfo Acosta, cuenta que el nombre se escogió en el 2005 para rendir un homenaje a la ceremonia más importante de la nacionalidad.
El grupo santodomingueño inició su carrera musical por entretenimiento. Ellos planeaban tocar algunas canciones en fiestas familiares. Pero apenas entonaron las primeras melodías sintieron que esa sería su profesión, de ahí en adelante.
Los nueve integrantes de la agrupación folclórica llevan 10 años de trayectoria en escenarios a nivel local y nacional. Sus amigos y familiares eran escépticos; para ellos, una propuesta de folclor no iba a funcionar en Santo Domingo, debido a que los ritmos tropicales son los de mayor acogida en esa zona del país. Pero los músicos ya tenían una estrategia.
Desde el inicio, en sus presentaciones primero entonan canciones románticas y luego ritmos bailables, como la cumbia. “Me encantan porque con letras lindas, que enamoran, nos hacen bailar”, asegura Cecilia Rojas, quien asiste a sus conciertos desde el 2009.
Para las fiestas de cantonización, que se celebran cada 3 de julio, la Prefectura les rindió un homenaje por la trayectoria musical. Además les entregaron una placa, elaborada con madera y con el nombre de la agrupación tallado.
Como cuenta el prefecto Geovanny Benítez, Kasama Kami ha representado a Santo Domingo en conciertos nacionales con grupos como Los cuatro del Altiplano y Jayac. “Era muy merecido el reconocimiento a la trayectoria, nadie le había apostado a este género musical en la provincia”.
En el 2012 representaron a la Santo Domingo de los Tsáchilas en el festival El canto de todos, en el que participaron artistas de más de ocho países latinoamericanos. En el 2013, en cambio, los músicos fueron parte del Canto de América, que se desarrolló en Ambato (Tungurahua).
Para Acosta, los reconocimientos son importantes porque les permiten dar a conocer su música. Pero asegura que aún hace falta apoyo de las autoridades para que los grupos se proyecten a nivel internacional. “A veces no podemos aceptar invitaciones en el extranjero porque no tenemos los recursos económicos necesarios para viajar a representar a la provincia”.
Kasama Kami inició tocando canciones de otros grupos musicales. Pero luego empezaron a componer sus propias letras y melodías. Una de ellas es ‘Dónde estás’, que recibió un reconocimiento en el XXV Encuentro latinoamericano de música folclórica. Esta canción pertenece al álbum ‘Lágrimas de Esperanza’, que fue grabado en el 2012.
Acosta dice que elaborar este disco tuvo varios inconvenientes porque no tenían los recursos económicos para grabarlo. Pero con USD 3 000 obtuvieron las primeras 1 000 copias; el disco tiene ocho canciones propias y tres ‘covers’.
Para el productor musical Raúl Quezada, las canciones de Kasama Kami han tenido éxito porque innovaron en las composiciones. Por ejemplo, la música folclórica convencional utiliza instrumentos de viento como la quena. Pero el grupo santodomingueño añadió un instrumento de percusión, como la batería y también un bajo. “Le dan un toque alegre, que hace que el público baile”.
La agrupación se ha presentado en provincias como Azuay, Tungurahua, Loja, Imbabura, Esmeraldas, entre otras.
Para conmemorar los 10 años de trayectoria hicieron una gira de conciertos en mayo. Y se presentaron en varios homenajes por el Día de la Madre.