Los jóvenes rescatan la cultura afrodescendiente

El grupo Los Dementes de la salsa choque está conformado por seis jóvenes esmeraldeños, que buscan rescatar las raíces afrodescendientes. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO.

El grupo Los Dementes de la salsa choque está conformado por seis jóvenes esmeraldeños, que buscan rescatar las raíces afrodescendientes. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO.

El grupo Los Dementes de la salsa choque está conformado por seis jóvenes esmeraldeños, que buscan rescatar las raíces afrodescendientes. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO.

La comunidad afroecuatoriana radicada en Santo Domingo de los Tsáchilas busca rescatar los orígenes afrodescendientes a través de su música.

En las cooperativas de vivienda de la provincia tsáchila se han creado grupos de danza, que participan en pregones y festivales culturales.

Los jóvenes son los principales actores. Ellos crean coreografías con ritmos autóctonos o modernos como la salsa choque, que es un nuevo estilo urbano que nació en Colombia.

Alberto Beltrán, presidente de la Corporación Afro Raíces, señala que a través del arte y de la cultura fue más fácil llegar a los jóvenes de los barrios periféricos de Santo Domingo.

Beltrán trabaja en una campaña para evitar que los jóvenes ingresen en el mundo de las drogas o del alcoholismo. “Trabajamos desde el 2013 con equipos de fútbol, danza, teatro y emprendimientos, para que la población infantil negra se sienta incluida”.

En el barrio Che Guevara, en el este de Santo Domingo, los niños y jóvenes se reúnen dos o tres veces por semana para bailar al son de la marimba o de la salsa choque. Ellos conformaron un grupo llamado Los niños de la Che, que han participado en eventos culturales que se han realizado en la provincia de los tsáchilas.

Patricia Alarcón integra uno de esos grupos de danza. Para ella es una actividad familiar, porque puede compartirla también con cuatro de sus hijas. “Durante el tiempo que ensayamos, nos olvidamos de los problemas económicos y les enseñamos a los niños nuestras raíces”.

Este año, la Corporación Afro Raíces ha realizado tres encuentros culturales. El último fue el pasado miércoles. Ahí participaron más de 30 grupos en un concurso de coreografías y un festival gastronómico para conmemorar el Día de la Interculturalidad.

En agosto se realizó un pregón intercultural por la No Violencia, en el que participaron unos 30 grupos del barrio 2 de Mayo, en el noreste de la ciudad. Esta es la tercera vez que se busca la convivencia armoniosa de la comunidad afrodescendiente. “El objetivo era integrar a la comunidad en el marco del respeto y la solidaridad. Además rescatar las raíces negras”, señaló.

En marzo, en cambio, se desarrolló el primer festival de salsa choque Raíces Urbanas en la provincia tsáchila. Ahí participaron cerca de 70 grupos de baile de Santo Domingo y Esmeraldas.
Jordan Vera, de 14 años, fue uno de los participantes en la categoría infantil. “Bailar me hace olvidar los problemas”.

Para diciembre, en cambio, se organiza la segunda edición del festival nacional Raíces, en el que participarán unos 80 grupos de danza.

Para Beltrán, estas actividades permiten enseñar el talento que tienen los niños y jóvenes afro para bailar o tocar instrumentos de su pueblo nativo.

La mayoría de afroecuatorianos que vive en Santo Domingo proviene de Esmeraldas y de Colombia, según la Corporación Afro Raíces.

En Santo Domingo de los Tsáchilas viven 47 000 personas que se identificaron como afrodescendientes, según el censo del INEC del 2010. Alrededor de 40% de la población se dedica al arte, cultura o artesanías típicas.

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