La selva amazónica y su gente son los protagonistas en la película ‘Sour Lake’

‘Sour Lake’ es una película que fue filmada entre la Amazonía ecuatoriana y los Andes colombianos. Foto cortesía Andrés dávila

Entre Sour Lake, al sudeste de Texas y Lago Agrio, en el oriente ecuatoriano, hay casi 4 000 km de distancia. Pero más allá de compartir un nombre con el mismo significado, el cineasta Andrés Dávila explora otras semejanzas y desencuentros entre ambos territorios en el filme ‘Sour Lake’.
El filme fue desarrollado como un corto documental de corte experimental y ha participado en festivales nacionales como Edoc, Cámara Lúcida, Kunturñawi y Festival de Cine Etnográfico de Ecuador y también ha sido seleccionado en festivales internacionales de Suiza, Escocia y Colombia.
“Me sorprendió mucho que este lugar en Ecuador tenga el mismo nombre que la ciudad de Estados Unidos”, dice Dávila sobre dos ciudades vinculadas históricamente a la explotación del petróleo.
Con la presencia de Texaco Oil Company como punto de conexión entre ambas ciudades, el filme plantea un recorrido audiovisual por los alrededores de Lago Agrio, Ecuador y el valle de Sibundoy, en los Andes colombianos, en el que deja sugerida la problemática y los contrastes humanos, sociales, políticos y ecológicos y territoriales.
‘Sour Lake’ surge como un proyecto de investigación junto con Fredy Vallejos, de la Escuela de Artes Sonoras y Arsenio Cadena, Diego Falconí y Ana María Ormaza, de la Escuela de Cine de la Universidad de las Artes, en Guayaquil.
En las imágenes que muestran la transición del trópico amazónico al páramo andino, Dávila muestra la frontera como un concepto relativo, sin diálogos de por medio y centrado más bien en la experiencia visual y sonora. El cortometraje recoge escenas paradójicas de fértiles paisajes atravesados por construcciones industriales, de una tupida selva que convive con la devastación de un suelo contaminado con residuos químicos.
Al mismo tiempo, la idea de la diversidad adquiere protagonismo a través de la presencia de personajes indígenas y mestizos y la relación con su entorno inmediato, en la ciudad o la selva. “Es un retrato contemporáneo de estos lugares y sus habitantes”, dice el autor del documental.
El director explica que para filmar ‘Sour Lake’ decidió prescindir de una estructura narrativa determinada y una exploración previa del territorio. Así es como el director comparte la admiración de recorrer y descubrir por primera vez un territorio junto con el espectador.
Esta metodología, dice Dávila, permite que los pasajes audiovisuales que le dan forma a ‘Sour Lake’ queden abiertos a una multiplicidad de lecturas explícitas y metafóricas sobre temas como el abandono, el paso del tiempo o la diversidad étnica y territorial.