Iniciativas musicales revitalizan al pasillo

Mateo Terán es guitarrista y compositor; con 13 años de formación musical.

Mateo Terán es guitarrista y compositor; con 13 años de formación musical.

Mateo Terán es guitarrista y compositor; con 13 años de formación musical. Foto: Cortesía

El pasillo es una expresión cultural y artística que tiene eco en cada nueva generación de intérpretes y compositores, movidos por la emotividad, la técnica y la trascendencia de este género. Este jueves 1 de octubre se conmemora un año más del Día del Pasillo Ecuatoriano, en homenaje del inmortal Julio Jaramillo.

Escuchar un pasillo es abrir una puerta para conocer una ciudad, su gente, su manera de hablar y su cultura. “Es una forma particular de ver el mundo, que atraviesa generaciones”, dice el músico y cantante Carlos Grijalva. El próximo fin de semana, él estrenará el sencillo titulado Vuela cantando, en un concierto desde el Teatro Nacional Sucre.

La letra -dice- intenta plasmar lo que vivimos en este confinamiento, en el que la libertad y los abrazos se han vuelto más necesarios. En ese contexto, el nuevo pasillo de Grijalva también es un registro del momento histórico que atraviesa la sociedad.

Para el músico, el futuro del pasillo dependerá del interés, el estudio y la creación por parte de los artistas de las nuevas generaciones, que reivindiquen el valor histórico y cultural de este género.

Mateo Terán inició ese recorrido a muy temprana edad. Empezó a tocar la guitarra desde los 5 años. En ese proceso de formación, maestros como César del Carmen inclinaron sus preferencias por la música nacional.

A sus 18 años, Terán ha compuesto cuatro pasillos con los que ha obtenido reconocimientos dentro y fuera del país. Sus interpretaciones han sonado en Rusia, Estados Unidos, España y en distintos escenarios locales. Su aspiración es seguir creando temas en los que se reencuentren la música académica con la tradición popular, “que puedan viajar y escucharse en cualquier parte del mundo”.

Para Gerson Eguiguren, el pasillo es la viva expresión del mestizaje. Bajo esa definición ha desarrollado un proyecto discográfico llamado ‘Awana’, que recoge esta diversidad musical. En este, el pasillo es protagonista en composiciones que incorporan sonidos de otras partes del mundo. Como artista, dice que el deber de las nuevas generaciones es aportar con nuevas sonoridades y texturas musicales a los géneros tradicionales.

“El pasillo es corazón”, dice Sabina Castañeda. Y para saber cuánto corazón hay que poner en la interpretación, la artista pone como referencia a Medardo Ángel Silva, quien dejó su vida en el poema titulado El alma en los labios, eternizado como un pasillo. Otra recomendación es no dejar de escuchar a los grandes exponentes que imprimen ternura y también potencia en cada tema, además de respetar las formas y tiempos del género.

En su tercer álbum, Sabina y su hermano Omar incluyeron sus dos primeros temas inéditos, entre ellos el pasillo Caminos diferentes. Para la artista, las composiciones inéditas alimentan la historia de un género que es parte de la identidad musical ecuatoriana.

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