Figurina Valdivia, de la pieza arqueológica al arte moderno

La muestra está basada en estudios de Mariela García, arqueóloga y artista plástica. Foto: cortesía Ricardo Bohórquez.

La muestra está basada en estudios de Mariela García, arqueóloga y artista plástica. Foto: cortesía Ricardo Bohórquez.

La muestra está basada en estudios de Mariela García, arqueóloga y artista plástica. Foto: cortesía Ricardo Bohórquez.

Mujeres shamanes, mujeres curanderas, mujeres que daban vida, en comunión con el mar y la tierra, reproduciendo también una forma de organización social están representadas en las figurinas Valdivia. Las pequeñas piezas modeladas en cerámica o talladas en piedra son exaltadas en una muestra como símbolo estético y ritual de la cultura precolombina que se desarrolló entre el 3 500 y al 1 500 antes de Cristo en la Costa del Ecuador.

La exposición ‘La figurina Valdivia: el ícono americano de la revolución neolítica’, que se inaugura la noche de este martes 10 de diciembre del 2019 pone en escena a 300 piezas del fondo arqueológico del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) en un diálogo con una veintena de pinturas alusivas de la reserva de arte moderno del mismo museo guayaquileño.

“La idea es desmitificar o descolonizar a la figurina de conceptos occidentales como el de la Venus, que crea el equívoco de que todas las figuras son voluptuosas y que tienen la misma forma, lo que simplifica su riqueza como ícono ritual de la primera cultura agro-alfafera del Ecuador”, indicó la arqueóloga Mariela García, curadora de la exposición.

La muestra está basada en estudios y en investigaciones científicas realizadas por García, directora ejecutiva del Maac, quien desde 1985 ha puesto a la figurina Valdivia en el centro de sus intereses arqueológicos y de su inspiración como artista plástica.

“Hay figurinas con tocado de jaguar, por ejemplo. Son mujeres embarazadas relacionadas con el animal más fuerte e imponente para los Valdivia; un animal al que se teme y se reverencia a la vez, y encima estás figurinas son chinescos que suenan como cascabeles”, refiere la arqueóloga y artista plástica guayaquileña.

La museografía plantea 2 000 años de evolución de la figurina (3 800 al 1 800 años antes de Cristo) en dos paredes que simulan los colores y niveles de los extractos de suelo en donde fueron encontradas. Se trata de un recorrido por los cambios estilísticos y formales de las figuras en espacios domésticos y ceremoniales,

En la parte inferior de uno de los muros las figurinas de piedra y cerámica de la fase Valdivia 1 dan cuenta, en una pequeña vitrina, de tallas sencillas de guijarro con formas alargadas o fálicas (del órgano reproductor masculino). Otras vitrinas contienen la evolución de las fases dos, tres y cuatro de valdivia donde se observa un tránsito a lo explícitamente femenino o incluso con piezas que aluden a las representaciones masculinas, aunque la preponderancia recae sobre la representación de la mujer. La evolución del desarrollo de la cerámica de precolombina de las fases cinco, seis, siete y ocho de las valdivias están presentes en otro de los muros.

Entre las pinturas se encuentran obras de artistas como Enrique Tábara, Estuardo Maldonado o Félix Aráuz (con una obra –Madre e hijo- que evoca a una madre dando de amamantar en la misma posición de unas de las piezas arqueológicas). La exposición también incluye instalaciones multimedia y réplicas de cascos valdivia con interacción sonora, en un diseño de Andrea Arellano y Ricardo Fernández y del grupo de artes tecnológicas Resonar. Juan José Ripalda, Luis Pesantes y Luis Ramírez realizaron el diseño sonoro y la producción visual, que incluirá además una instalación audiovisual de valdivias con proyección de video-mapping.

Suplementos digitales